Marcha #NiUnaMenos en la CDMX

#CrónicaDeLaProtesta: La marcha para exigir ni una muerta más movió y conmovió

“Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres, en la cara de la gente”, gritaban las asistentes durante la marcha #NiUnaMenos en la CDMX.

Por: Ximena Orozco

Habíamos llegado a las cinco de la tarde en punto, las madres de la escuela de mis hijas se habían organizado para ir en banda y nos habían incluido en el plan. Caminábamos rápidamente por miedo a llegar tarde. Mi hija mayor, en plena adolescencia, no entendía a qué íbamos y claramente arrastraba los pies, cinco metros detrás de su hermana menor y de mí.

En diversas ciudades del mundo, por ejemplo en Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, México, Paraguay y Uruguay, miles de mujeres vestidas de negro en señal de luto salieron a la calle y protestaron por el feminicidio de Lucía Pérez, una adolescente que fue violada, torturada y asesinada hace unos días en Mar del Plata, Buenos Aires.

Para mí la violencia la existe en todos lados, mujeres contra mujeres, hombres contra mujeres, hombres contra transexuales…por eso digo que BASTA de violencia por ambas partes. Han existido mujeres que han matado a mujeres igualmente por "putas" o por el típico: Si no eres mía, no eres de nadie. Que la gente se haga pendeja es diferente. Un trans para mí también cuenta como mujer, me digas una letanía completa de que se hizo y no nació así. *Feminista porque existen también parejas del mismo sexo que se enfrentan a la violencia de su pareja (una mujer machista vamos), también aquellas mujeres que se dicen ser feministas y lo confunden con el ODIO hacia el sexo masculino y/o contra aquellas mujeres que "salen" del estándar de una mujer "normal" comúnmente nos llaman igual que los machistas: PUTAS* #niunamenos #niunamenos✋ #niunamas #basta #bastadeviolencia #niunamenosmexico #mexicogrita #gritalo #notecalles #notecallesnunca

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A cincuenta metros ya se veía al grupo de mujeres que se congregaban justo debajo de la cúpula del Monumento a la Revolución, en la Ciudad de México. Tardamos todavía unos minutos en llegar y otros más, ya en el centro del grupo, tratando de entender la dinámica del colectivo.

Solo en el Estado de México, el promedio anual de asesinatos de mujeres (344) es superior al de toda Argentina (275). En Chihuahua, dos décadas después de ocurridos los feminicidios, la autoridad ha sido omisa y la ley burlada.

La violencia contra la mujer es un tema con diferentes matices, cuya raíz no conoce fronteras sociales ni económicas, y es algo que atenta contra la dignidad y va en contra de los derechos humanos. Se estima que 7 de cada 10 mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual en algún momento de sus vidas, destaca el Fondo de Población de las Naciones Unidas para la región.

A lo lejos, parecían pequeños grupos platicando, esperando a que algo sucediera, muchas mujeres solas y otras acompañadas de amigas, muy pocas con sus parejas masculinas. En uno de los bordes, dos cadáveres simulados y tapados con una sábana y cubiertos de pétalos de rosa y tierra.

Foto: Ximena Orozco para Barrio
Foto: Ximena Orozco para Barrio

La violencia doméstica y de parejas y de exparejas es una de las formas más prevalentes y preocupantes de VCMN. Se estima que en todo el mundo, 75 % de toda la violencia contra las mujeres es perpetrada por su pareja o expareja íntima masculina. “Hacia la incorporación de los hombres en las políticas públicas de prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas”, dice la investigación realizada por OnuMujeres, UNFPA, EME, Profundo y MenEngage América Latina.

Después de tan solo 5 minutos de estar ahí solté la primera lágrima, me conmovía la solemnidad de las mujeres que nos rodeaban. Todavía no decían nada, solo se percibía una carga emocional que nos unía como género. A pesar de no conocernos, cada una de nosotras reconoce en la otra, el dolor, frustración, miedo y enojo que compartimos como un grupo de viejas des-conocidas.

Dieron las 5:10 pm y un grupo de chavas empezó a cantar, una daba la pauta, el resto le seguían con el coro. Mis hijas y yo queríamos participar, pero no nos sabíamos la letra. Ya no me pude contener y se me escaparon las lágrimas en ríos. La fuerza y el valor con el que se presentan las mujeres que cantan alrededor nuestro me inspira y me conmueve. Lucho por que mis hijas no me vean llorar, la paradoja de la vulnerabilidad femenina contemporánea.

“¿Por qué, por qué, por qué nos asesinan si somos la esperanza de América Latina?”.

Empezamos a caminar hacia el Ángel de la Independencia entre todas, cantando, participando. Mis hijas con unas pequeñas pancartas improvisadas. Mi hija mayor empezó a caminar más alta, a sacar fotos y a participar. El corazón me explota cuando me doy cuenta de la importancia de ser parte del movimiento y que, como madre, el mejor legado que les puedo dejar a mis dos futuras mujeres latinoamericanas, es la capacidad de mostrar su fortaleza, su coraje y su voz ante una sociedad que todavía acepta la violencia en contra de nuestro género.