Ni los gringos se resisten a este bello oficio.
Por: Omar Porcayo
La tradicional música de mariachi atravesó la frontera, echó raíces y dejó de ser exclusiva de México. Lejos de ser un tesoro estático del folclor mexicano, se trata de un arte vivo al que se suman día con día jóvenes estudiantes; un oficio con creciente demanda tanto por mexicanos como estadounidenses y centroamericanos.
El este de Los Ángeles se ha convertido en cuna de los mejores mariachis del país. Ahí una nueva generación de músicos imprime su sello particular a los acordes de piezas tan tradicionales como “Cielito Lindo” o “El Son de La Negra”.
“Especialmente en Los Ángeles hay demasiada gente que quiere estudiar y aprender la música mariachi y sobre la cultura mexicana, no podemos dejar perder el interés y el talento”, contó a EFE Pepe Martínez Jr., quien a principios de julio realizó una convocatoria para formar un mariachi y cuyas solicitudes superaron con creces las expectativas.
Como sucede desde hace 28 años, el 1 de julio se llevó a cabo en el Hollywood Bowl el Festival de Mariachi USA, al que se dieron cita los mejores mariachis de la Unión Americana. La gran respuesta del público fue testimonio de la importancia de los mariachis en esta zona de California.
Según el exintegrante del Mariachi Vargas, a la invitación llegaron más de 100 músicos de nacionalidades distintas, algunos ni siquiera hablaban español.
“Ha sido impresionante la respuesta, además llegan músicos que tocan uno o dos instrumentos y además cantan, algo que no es tan fácil hallar”, explicó.
De acuerdo con el experimentado mariachi, la interpretación de la tradicional música mexicana requiere estudio y práctica, por eso los talleres, campamentos y conservatorios para mariachis han proliferado por todo Estados Unidos.
“Mi deseo es convertirme en profesional y pertenecer a uno de los mejores mariachis del mundo”, dijo en un precario español a la agencia informativa, Sergio Ávila, californiano de 22 años que audicionó.
En lugares como San Antonio, Texas, la influencia de la comunidad mexicana ha fomentado en las escuelas el estudio de la música de mariachi. Por su exquisitez musical, muchos jóvenes de secundaria y preparatoria se interesan por el taller, en lugar de pertenecer a las tradicionales bandas.
En la Brackenridge High School, 141 estudiantes de educación media integran el mayor taller en la zona de mariachi. Muchos encontraron en este género el camino a sus raíces, a la música que sus papás ponían en casa, pero muchos otros, lo practican por la complejidad artística de sus notas.
El mariachi fue declarado por la UNESCO patrimonio inmaterial de la humanidad.
“Hemos visto a muchos alumnos crecer, no solo musicalmente, sino también personalmente… Ellos se divierten conviviendo. No es solo repetición. Estamos construyendo verdaderos músicos”, dijo a Express News John Nieto, coordinador del taller.
“Al principio no me gustaba… con el tiempo lo fui entendiendo. Ahora que lo he practicado por años, me cambió. Me dio otra perspectiva de mi cultura, mi familia y mi ciudad”, reveló Zach Vara, veterano de la agrupación, que ingresó por casualidad a tocar el violín, luego de que no encontró lugar en la banda.
En New York, New Jersey, Connecticut, Pennsylvania, Texas y Arizona, se pueden encontrar Conservatorios de Mariachi a los que acuden jóvenes para preservar la tradición mexicana y quizás encontrar un oficio respetado y bien remunerado.
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