Pan de muerto

#DulcesHuesos: 7 cosas que no sabías del delicioso pan de muerto

En cuanto se aproxima el Día de Muertos, el antojo por pan de muerto se apodera de todo aquel que lleve sangre mexicana en las venas.

México es un país que no solo se ve, sino que también se siente, se huele, se saborea y se vive. Y uno de los sabores más ricos del país es el de su pan de muerto. Una pequeña apología con la que los mexicanos se burlan de la muerte devorándola a mordidas o deshaciéndola en una taza de chocolate caliente.

Pero como todas las cosas en México, esas deliciosas bolitas de harina azucarada tienen una historia llena de simbolismos, y aquí te dejamos siete cosas que probablemente no sabías sobre él.

1. El dulce sabor del sacrificio

Los historiadores aseguran que el pan de muerto surgió durante la colonización, pues a los españoles no les gustaba la idea de los sacrificios humanos. Así que en lugar de corazones rojos y palpitantes les dieron a los indígenas un pan con forma de corazón y huesos sobre él, que representaba a las víctimas de las ofrendas.

2. Rojo como la sangre

En algunos lugares se le agregan semillas de amaranto a la harina, para lograr que el pan se tiña de rojo, y se convierta en un verdadero corazón humano.

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3. El más famoso

El pan tradicional tiene una forma circular, con una bolita en el centro que simboliza el cráneo de las personas que eran sacrificadas. Además, cuenta con cuatro “huesos” que representan los cuatro puntos cardinales, o como los conocían antes, los rumbos del universo, aunque para los indígenas también simbolizaban a los cuatro dioses principales: Quetzalcóatl, Xipe Tótec, Tláloc y Tezcatlipoca.

4. El más delicioso olor

La tradición asegura que los muertos se guían por la luz de las velas, y son capaces de reconocer los lugares por el olor. Es por eso que se le agrega esencia de naranja, para asegurarse de que los difuntos vuelvan a sus hogares.

5. Un sabor único

Se cree que, antes de que los españoles llegaran, los indígenas ya comían pan en las ceremonias religiosas, pero agregaban un poco de sangre de las doncellas sacrificadas para darle sabor, lo que después fue sustituido con las semillas de amaranto.

6. Por tiempo limitado

Anteriormente únicamente se consumía el pan de muerto un par de días antes y algunos días después del 2 de noviembre, pero es tan rico, y el capitalismo tan grande, que ahora lo puedes conseguir desde un mes antes en las tiendas de autoservicio.

7. Para el caníbal que llevas dentro

Al morder el pan de muerto estás practicando una de las tradiciones más controversiales de las culturas antiguas: comerte un corazón humano, aunque claro, ahora no es un corazón rojo con sangre escurriendo, simplemente es un delicioso pan calientito con azúcar y sabor a naranja.

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