Antonio Argüelles es el ejemplo perfecto de que para los nacidos en México no hay obstáculo ni marea que les impida alcanzar sus sueños.
Bien dicen que la juventud se lleva en el corazón, y Antonio Argüelles es el ejemplo perfecto de esto, pues a sus 58 años la Asociación Mundial de Natación lo nominó al “Hombre del Año”, por sus logros en el agua.
Argüelles es la persona de mayor en edad en obtener el reconocimiento “Siete Mares”, que se les da a los nadadores que han cruzado el Canal del Norte —entre Irlanda y Escocia—, el Estrecho de Cook —que une las islas del norte de Nueva Zelanda con las del sur—, el Canal Molokai —ubicado en Hawái—, el Canal Inglés —entre Inglaterra y Francia—, el Canal de Catalina —al sur de California—, el Canal Tsugaru —en Japón— y el Estrecho de Gibraltar —localizado entre África y Europa.
Además, es el segundo atleta que logró la Corona de Triple Nado, que se les entrega a quienes atraviesan nadando el mar abierto el Canal de la Mancha, rodear la isla de Manhattan y cruzar de la Isla de Catalina a la Costa de California. Pero no conforme con eso, fue el segundo en lograrlo en una sola temporada y el primero en hacerlo dos veces.
Para Antonio la edad no es un obstáculo, pues aunque es 20 años mayor que otros nadadores que intentan ganar estos reconocimientos, él los ha alcanzado sin problema alguno.
De acuerdo con la Asociación Mundial de Natación de Aguas Abiertas, Argüelles es uno de los pocos latinoamericanos que ha completado todos estos retos, y para hacerlo entrena en México y en San Francisco, donde usa agua helada para acoplarse a las temperaturas del mar abierto.
Según se indica en su página web, Antonio nació en la Ciudad de México pero su amor por la natación surgió en Cuernavaca, en el estado de Morelos, donde su abuelo tenía una piscina con agua fría. Y más tarde, durante los Juegos Olímpicos del 68 que se realizaron en México supo que no quería que fuera solo un hobby, sino que quería competir de forma profesional.
Pero como seguía extrañando el agua fría de la casa de su abuelo, se aburrió de las albercas profesionales y decidió enfrentarse al mar, y ahora no puede separarse mucho tiempo de él.
Cuando no está dentro del agua, se dedica a dar pláticas motivacionales a otros jóvenes para demostrarles que nunca se es demasiado viejo para alcanzar sus sueños, y también a administrar su empresa AsDeporte, que organiza eventos y competencias deportivas.