La epidemia de ataques racistas a la comunidad hispana, "cortesía" de la retórica de Donald Trump no tiene fin. Este fin de semana un Wal-Mart de Irving, Texas, fue el escenario de otro patético caso.
Por: Omar Porcayo
Un cliente de la tienda de autoservicio agredió a una empleada de origen salvadoreño con frases trilladas como “vete a tu país” y “los extranjeros están viviendo de nosotros, los buenos trabajadores blancos”.
Adela, quien trabaja en el centro óptico de la tienda, contó a The Dallas Morning News que el sujeto se molestó con ella porque compró unos anteojos en otra tienda que no le funcionaron y quería que lo atendiera una persona blanca.
“Está siendo racista”, le dijo la mujer latina, como constata en un video que rápidamente comenzó a circular por la red.
“Mira eso”, dijo el agresor apuntando a una mujer afroamericana en silla de ruedas. “¿Quién crees que paga sus cuentas del hospital? Yo lo hago, le pago las facturas del hospital, es una extranjera, vino aquí, enfermó, engordó y es obesa, no puede hacer nada, no puede trabajar”, dijo el sujeto con una sonrisa en la boca.
La empleada se limitó a responderle con tranquilidad que ella también pagaba impuestos y que no quería escuchar más.
“Todos estos extranjeros viven de nosotros buenos trabajadores blancos. Sí, sólo te estoy diciendo la verdad… Está bien. Sé que no te vas. Sé que estás aquí para quedarte. Todos ustedes deben ir a sus propios países y arreglar sus propios países”, dijo.
Lo que obviamente ignora este sujeto y miles más en su condición, es que los inmigrantes sin autorización contribuyen a la economía del país con impuestos y generan más ingresos de los servicios que reciben del gobierno.
Un estudio del Instituto de Política Fiscal y Económica (ITEP), documentó que los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados aportan 11,600 millones de dólares al año en impuestos locales y estatales, lo que significa el 8% del total de sus ingresos. En promedio es más de lo que pagan los residentes y ciudadanos.
@dallasnews @JohnCornyn @tedcruz @JoaquinCastrotx This has got to stop!!! #irving #walmart
— yoyoma (@GetOffMeNya) February 27, 2017
Si contrario a la política de deportación de Trump, se regularizara su situación migratoria, la cifra con la que contribuyen se incrementaría en 805 millones de dólares.
Claro que es mucho pedir a personas como estas, que entiendan de economía, más allá del fanatismo con el que se dejaron embaucar.
“Estaba en shock. Me lastima porque somos personas que trabajamos, pagamos nuestros impuestos, tenemos niños que estudian en la universidad”, contó al diario texano la agredida, residente desde hace dos décadas.
Wal-Mart se limitó a declarar que estaba investigando el incidente. En diciembre hubo un caso similar en una tienda de JCPenney en Kentucky, por lo que la empresa tomó cartas en el asunto y vetó de por vida a la agresora racista.
¿Qué dices, Wal-Mart, harás lo adecuado?