Caro Quintero no tuvo que construir un túnel kilométrico para escapar de prisión. Él salió por la puerta gracias a las autoridades mexicanas, y regresó a pelear por el lugar que dejó "El Chapo".
Solo cumplió 28 de los 128 años de cárcel a los que había sido condenado. Gracias a un fallo judicial, Rafael Caro Quintero, uno de los más infames capos del narcotráfico en México, salió de prisión en 2013 y de acuerdo con autoridades estadounidenses y mexicanas, está de regreso en el mundo criminal para aprovechar la caída de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Aunque una corte federal revirtió la sentencia de liberación y ordenó su recaptura, Caro Quintero se refugió en la sierra de Sinaloa, sin intenciones de volver a su celda. Envió una carta al procurador de justicia en México, en la que aseguró que solo quería vivir en paz junto a su familia, pero las últimas investigaciones indican lo contrario.
Michael Vigil, exjefe de Operaciones Internacionales de la DEA, dijo a AP que el fundador del Cartel de Guadalajara, se alió con antiguos miembros de los Beltrán Leyva, para despojar a “El Chapo” Guzmán, de varias zonas de Chihuahua.
Guzmán enfrenta un proceso de extradición luego de su recaptura. Su ausencia ha mermado la fuerza del Cartel de Sinaloa, que ya ha tenido choques con los hombres de Quintero.
Jorge Enrique González Nicolás, procurador del estado fronterizo en el que se encuentra la importante localidad de Ciudad Juárez, advirtió de los movimientos del apodado “Narco de Narcos”.
“Se ha establecido la posibilidad de una invasión que pudiera tener Chihuahua de uno de los narcotraficantes más conocidos del país, Rafael Caro Quintero. Tenemos información de que pretende venir para acá a disputar con el Cártel de Sinaloa parte de las acciones que ellos delincuencialmente realizan”.
Las palabras de González Nicolás encontraron rápida respuesta en una “narcomanta” supuestamente firmada por Caro Quintero.
“Empieza la limpieza en Ciudad Juárez“, se leía en la amenaza, que apareció justo en Ciudad Juárez, colindante con El Paso, Texas.
El ejército mexicano por su parte, dijo no tener información fidedigna de la presencia de Quintero en la ciudad, aunque precisó que se han tomado las medidas de seguridad necesarias para contenerlo, en caso de que resulte ser verdad.
Las historias de “éxito” de estos capos de la droga, no se entenderían sin la complacencia de las autoridades, porosas ante la rampante corrupción. De acuerdo a un reportaje de SinEmbargo.MX, durante las casi tres décadas que Caro Quintero pasó en prisión, nunca dejó de operar sus negocios.
El tráfico de drogas hacia los Estados Unidos le permitió mantener su poder económico, mismo con el que ahora puede volver a operar desde la cuna del narco, Badiraguato.
El municipio de Badiraguato, Sinaloa, es el lugar que vio nacer a los peores narcotraficantes en la historia moderna de México: Caro Quintero, “El Mayo Zambada”, Juan José Esparragoza Moreno y “El Chapo Guzmán”. También es la localidad que tiene que soportar la pobreza y las habituales balaceras por el control del territorio.
La DEA ofrece 5 millones de dólares de recompensa por el capo acusado de asesinar a su agente, Enrique “Kiki” Camarena, y a su piloto, Alfredo Zavala Avelar, en la década de los 80. También el ejército mexicano está tras sus pasos.
Pero nada de eso parece intimidar al “Narco de Narcos”.
Era previsible que algún capo intentaría sentarse en el “trono” que dejó Guzmán. Lo asombroso es que sea un viejo conocido, que el gobierno mexicano dejó salir.
Así, se perpetúa la “guerra del narcotráfico” que ha dejado 83,000 muertos en una década.