Y los mexicanos lo saben desde hace siglos...
Por: Omar Porcayo
Los insectos han formado parte de la dieta de los mexicanos desde tiempos inmemorables y hay una buena razón para ello: su consumo es saludable, económico y tiene un bajo impacto para el medio ambiente.
Es por eso que investigadores están promoviendo la recuperación del consumo de grillos, especialmente en zonas de bajos ingresos en México, como alternativa a la carne de res o de pollo.
De acuerdo con Jessica Segovia, estudiante de Nutrición de la Universidad del Valle de México (UVM), un grillo común aporta 69 gramos de proteína por cada 100 gramos, en comparación con los 22 gramos que aporta la carne.
Por las condiciones económicas prevalecientes en comunidades marginadas, hay un alto índice de “desnutrición proteica” entre los niños, por lo que estos insectos representan una alternativa saludable y asequible en la dieta.
Segovia aseguró que los grillos además tienen altas cantidades de magnesio, zinc y aminoácidos, por lo que se ha dado a la tarea de desarrollar una solución con base en agua y las cualidades del insecto concentrado.
“A partir de ahí comencé a pensar en crear un producto que fuera alto en proteínas y que tuviera bajo costo”, contó a EFE la joven.
Y es que la crianza del grillo en microgranjas es económica y amigable con el medio ambiente, a diferencia de la res y el pollo, que sí tiene un fuerte impacto.
En 2016, los entomólogos Julieta Ramos y Arnold Van Huis publicaron el libro “Acridofagia“, en el que calificaron a los chapulines y otros insectos como “el alimento del futuro” y explicaron cómo fue que su consumo se fue olvidando en México debido a la influencia europea durante la colonia.
Los investigadores coinciden en que se requiere un cambio cultural entre la gente, debido a que por estigmas el consumo de insectos es mal visto, considerado salvaje y miserable.
Los chapulines son parte de la gastronomía gourmet mexicana e incluso ha traspasado las fronteras, pero la actual propuesta es que su consumo se masifique en pro de la alimentación.
México ocupa el primer lugar en obesidad infantil y de adultos con un 70 % de su población en esa condición. La ingesta de alimentos procesados y los hábitos sedentarios, son parte de la causa, generando un problema de salud pública.