Trump ha destinado el dinero que su fundación recibe para ayudar a la gente, en cosas absurdas, como su propio retrato. El presentador de Univision encontró la "obra de arte".
La palabra caridad está definida en el diccionario de la Real Academia Española como una “actitud solidaria y auxilio que se presta a los necesitados”, pero en la mente de Donald Trump, el concepto es muy diferente.
Para Trump la filantropía es utilizar el dinero que la gente dona a su fundación para pagar deudas personales, demandas, cascos de fútbol americano y comprar retratos. Sí, retratos de él mismo.
Utilizando las pistas de un reporte de David Fahrenthold en The Washington Post, Enrique Acevedo descubrió un cuadro por el que la Fundación Trump pagó $10,000 dólares provenientes de donativos destinados a la caridad, y que solo sirve para reflejar su aterrador narcisismo, en el Champion’s Sports Bar & Grill, propiedad del magnate.
De cuatro pies de alto y realizado por el artista Havi Schanz, la “obra de arte” reposa en el complejo que Trump tiene en Doral, en Miami, con hotel y campos de golf.
Según @Fahrenthold Trump utilizó $10 mil de donativos a su fundación para comprar este retrato. Esta noche sigue colgado en el @TrumpDoral pic.twitter.com/KeJn700OmE
— Enrique Acevedo (@Enrique_Acevedo) September 21, 2016
El presentador relató cómo fue que dio con uno de los dos cuadros que Trump compró en lugar de ayudar a la gente necesitada.
“Reservé online una habitación en el hotel por 160 dólares… Utilicé puntos de mi tarjeta de crédito personal. No quería darle dinero a las empresas de Trump ni pagarlo con la tarjeta corporativa de Univision”, explicó en su artículo publicado en Univision.com
Irónicamente el infame cuadro estaba a solo unas cuadras de la televisora, por lo que Acevedo se registró cerca de la media noche.
“Me subí a un carrito de golf para llegar a la habitación. Pensé que el mapa del hotel me ayudaría a encontrar el retrato, pero no. Estaba difícil, el complejo de golf es grande”, relató.
“Le pregunté a un par de trabajadores de limpieza y mantenimiento, a uno en inglés y al otro en español. ‘¿Saben dónde está un retrato de Donald Trump’? – Sí – respondieron”.
Algunos usuarios de la red social Trip Advisor habían reportado la existencia del cuadro en febrero, lo que ayudó a la investigación.
“Ahí estaba… Permanecí cinco minutos delante del retrato para entender cómo una obra así le cuesta 10,000 dólares a una fundación y lo tiene exhibido en un restaurante”, reflexionó el titular del Noticiero en Univision.
De acuerdo con el reportaje de WP, la compra de este cuadro podría representar una violación a la ley.
“Si Trump no dio esa pintura a una organización de caridad, o encontró una manera de darle un uso caritativo, probablemente violó las reglas del IRS en contra de hacer un self-dealing (o una transacción con un interés personal), que prohíbe a los líderes de organizaciones sin ánimo de lucro gastar dinero de su fundación en ellos”.
El presidente Obama ya había hecho referencia al cuadro, para hacer patentes las diferencias entre lo que hace la fundación de Trump y la de la familia Clinton.
“La fundación de un candidato ha salvado incontables vidas alrededor del mundo… La de otro toma el dinero que la gente entrega para caridad, para comprar un retrato de seis pies de él mismo”.
Afortunadamente este caso demuestra que con la colaboración entre periodistas y ciudadanos, no hay mentira o fraude que se pueda ocultar. Ni en la recóndita esquina de un bar.