"Mi futuro es tan incierto... Aún quiero convertirme en doctora, pero la verdadera pregunta es si aún tengo la oportunidad".
Por: Omar Porcayo
Para algunos las elecciones resultaron una anécdota, para otros era su futuro entero el que estaba en juego.
Yuritzy Amayrani Varela-Rodriguez es una joven mexicana de solo 18 años que no pudo hacer más que ser testigo de cómo millones tomaban una decisión que puede afectar directamente a su vida. Ella es una de los miles de “Dreamers” que llegaron de niños a los Estados Unidos y no conocen otro hogar que este país.
A pesar de su juventud, la estudiante escribió una conmovedora carta en la que confesó a sus amigos ser indocumentada, y retrató a la perfección la incertidumbre con la que ahora tienen que convivir jóvenes que se criaron aquí.
“Esta elección significó algo muy personal.
Algunos quizás no saben esto, porque no tengo acento y me he ‘americanizado’ pero soy inmigrante indocumentada. Cuando tenía dos meses de edad mi madre y yo cruzamos la frontera. Yo iba vestida como niño para entrar al país que se considera la ‘tierra de la libertad’.
Cuando las personas dicen que los inmigrantes deben de regresar a sus países, creo que no entienden que algunos de nosotros llegamos aquí porque nos trajeron de bebés y niños. Nuestros padres sabían que era un riesgo traer a un niño ilegalmente, pero pensaron que Estados Unidos valía la pena.
Siempre he vivido con algo de miedo, la idea de ser enviada a un país que no conozco me aterra. Solía pensar que Estados Unidos era mi país. Soñaba con ser ciudadana estadounidense. Solo Dios sabe si me convertiré en una. Mi futuro es tan incierto.
Siempre he soñado en grande, pero especialmente ahora no sé qué más pensar. Aún quiero graduarme, aún quiero ir a la escuela de medicina, aún quiero convertirme en doctora, pero la verdadera pregunta es si aún tengo la oportunidad de hacer estas cosas.
Quiero agradecer a mis amigos y familia que tuvieron el poder de votar y levantar la voz”.
“Algunos de mis amigos no sabían que soy inmigrante indocumentada y yo quería compartir mi historia. Creo que es muy importante que los inmigrantes compartamos nuestras historias porque mucha gente no sabe lo difícil que es serlo”, dijo a Barrio la joven que vive en Illinois.
“Quiero que la gente sepa que los inmigrantes indocumentados no somos malas personas”.
Yuritzy es beneficiaria de la acción ejecutiva del presidente Obama llamada DACA, que le permite estudiar y trabajar en busca de su sueño. La política antiinmigrante de Trump pone en peligro la existencia de estos programas que benefician a millones de jóvenes.
“Quisiera la seguridad de que el programa DACA seguirá una vez que Donald Trump se convierta en presidente. La acción ha sido una bendición para mí, sin eso no sabría que sigue en mi futuro”, confesó. Junto a sus padres, ya está pensando en alternativas en caso de que el alivio migratorio deje de existir.
Con un Congreso y Senado de mayoría republicana, Trump podría intentar cumplir sus amenazas a los millones de inmigrantes indocumentados en el país, evitando que jóvenes como Yuritzy se conviertan en los futuros doctores, ingenieros y científicos de los Estados Unidos… tan solo por su propia ignorancia.