“Todo es posible cuando uno se lo propone”, asegura Edna Jackeline Vázquez.
En un año en lo que más preocupó a la comunidad mexicoamericana fue un muro divisor en la frontera sur, una joven mexicana logró conquistar un auténtico sueño de libertad, corriendo por los cuatro grandes desiertos del mundo.
Edna Jackeline Vázquez corrió en el fin del mundo, en la Antártida, más de 200 kilómetros y se convirtió en la primera atleta mexicoamericana en completar el reto 4 Deserts, que incluye ultramaratones en los desiertos de Atacama en Chile, Gobi en China y Namibia en África.
“Desde mi perspectiva las carreras muestran nuestra habilidad como seres humanos… Cuando estoy corriendo siento la libertad de soñar, la libertad de amar. Me siento como niña en México, corriendo y saltando”, dijo la joven nacida y criada en Monterrey, México a Dnainfo.com.
El desafío no fue para nada sencillo, luego de una travesía desde su residencia en Chicago hasta Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, tomó un barco junto con otros atletas en el que viajó hasta el continente blanco.
Con temperaturas bajo cero y en medio de espesas capas de nieve, corrió durante seis días para completar el ultramaratón.
“Eran días de 16 a 18 horas, ya para el quinto día era loquísimo porque las piernas y las rodillas sienten el esfuerzo; se hinchan las rodillas por el frío y eso no me había pasado nunca. Cuando llegaba al barco a la noche, me daba un baño caliente y bajaba la hinchazón, pero el cuerpo ya estaba muy deteriorado”, relató a Vívelo Hoy.
La experiencia sin embargo fue enriquecedora, conoció una parte inhóspita del planeta y tuvo tiempo para apreciar la vida desde otra perspectiva.
“Tenemos la libertad de soñar, ese es el mensaje, este proyecto me dio la libertad de hacer mi vida saliendo de la cueva del materialismo y pude conocer el mundo y otras culturas”, confesó.
Edna piensa seguir practicando el atletismo de fondo e involucrarse en labores sociales en la Ciudad de los Vientos, en la que vive desde hace una década.
Al cruzar la meta levantó con orgullo las banderas de México y Estados Unidos, porque si algo sabe esta mujer, es que el mundo es demasiado bello para vivir con fronteras.