La terrible ola de crimen de la que habla Trump es solo una mentira para construir su muro de la vergüenza.
Por: Omar Porcayo
“La solicitud del Departamento de Seguridad Interna para construir un muro en la frontera sur no va a ir a ningún lado, es un despilfarro multianual y multimillonario”, dijo la congresista por Nueva York, Nita Lowey, luego de que Donald Trump presentara su presupuesto, que incluye 4,500 millones de dólares para luchar contra la inmigración indocumentada.
Lowey tiene razones de peso para calificar de despilfarro el gasto de 2,600 millones de dólares en una pared en la frontera que terminará costando 21,000 millones. El argumento de Trump de frenar el crimen que asola a las comunidades fronterizas por culpa de los inmigrantes indocumentados se desmorona ante las estadísticas oficiales.
Comunidades texanas de la frontera como Laredo, El Paso, Edinburg y Brownsville, tienen un índice de criminalidad por debajo de la media nacional. Ni hablar de la gran diferencia con centros urbanos como Washington o Chicago.
De hecho, El Paso ha sido catalogada dentro de su rango de población, como la ciudad más segura del país.
En 2016 grandes metrópolis de Texas como San Antonio y Austin observaron un incremento en sus tasas de homicidios, sin embargo El Paso que colinda con la problemática Ciudad Juárez en México, se mantuvo estable.
“Esta ciudad es única por tres factores clave: nuestro liderazgo, los oficiales saben que están respaldados por su jefe de policía. La gran comunidad que tenemos y el hecho de que la gente puede reportar crímenes de forma anónima”, dijo a KVIA el sargento Ernesto Carrillo.
El Paso además es una de las ciudades denominadas santuario, que no cooperan con los agentes de inmigración en perjuicio de los inmigrantes sin autorización.
“Aquí en el condado de El Paso les damos la bienvenida a los inmigrantes, que son miembros de nuestra comunidad, que queremos que sepan que los apoyamos y especialmente de los llamados dreamers“, dijo en enero David Stout, comisionado del condado de El Paso, Texas, en reunión con el presidente municipal de Ciudad Juárez.
En las comunidades fronterizas importantes del estado se registran cerca de 400 crimenes al año por cada 100,000 habitantes, lo que las ubica como localidades muy seguras, a pesar de los estereotipos que muchos políticos antiinmigrantes quieren infiltrar.
“Es muy raro que los críticos de la frontera y esos que quieren sembrar el miedo acerca de las comunidades colindantes con México, lidien con los hechos, generalmente los ignoran”, dijo en 2014 el representante del distrito que incluye a El Paso, Beto O’Rourke.
Para algunos la fuerte presencia de agencias de seguridad como la Patrulla Fronteriza, el Servicio de Inmigración y Aduanas, la policía local y hasta el FBI, contribuyen a la baja tasa criminal en estos lugares, así que un esfuerzo de tal magnitud para construir una pared sale sobrando.
Hablando sobre la frontera:
#Hipócritas: Quieren construir un muro, pero el verdadero problema en la frontera es la corrupción de “La Migra”