Y con eso de que la Coca-Cola hecha en México sabe mejor...
El logo de Coca-Cola es casi como una segunda bandera de los Estados Unidos. La refresquera fue ariete en la expansión económica mundial del país desde principios del siglo pasado, pero en estos tiempos, es normal que una firma mexicana compre una embotelladora del emporio, precisamente en suelo norteamericano.
Esta semana, la compañía mexicana Arca Continental anunció la adquisición de Great Plains Coca-Cola Bottling Company, con operaciones en Oklahoma y Tulsa. A través de su subsidiaria en la Unión Americana Coca-Cola Southwest Beverages, se hizo del total de las acciones.
“Esta ampliación de la inversión en Estados Unidos confirma la determinación de Arca Continental para continuar nuestra ruta de crecimiento en negocios y mercados que hacen sentido con nuestro núcleo de habilidades”, dijo durante el anuncio el presidente de la segunda embotelladora más grande en Latinoamérica, Manuel L. Barragán Morales.
La participación de la empresa mexicana en Oklahoma y Tulsa le abre un mercado de 4 millones de habitantes con un volumen de consumo de 40 millones de cajas unidad anuales.
La industria de las bebidas en Estados Unidos no es ajena a los empresarios mexicanos. Las cervecerías por ejemplo, han sabido exportar y promocionar sus productos hasta lograr dominar el mercado de las cervezas extranjeras con 7 de sus marcas entre las 10 más vendidas.