Un equipo interuniversitario mexicano ganó el segundo lugar en un certamen internacional de diseño automotriz con su auto REVO, que se puede hacer chico o grande.
Por: Oso Oseguera
REVO, de revolucionario. Así se llama el proyecto que realizaron alumnos de la Universidad Iberoamericana y del Tec de Monterrey, un vehículo reconfigurable y eléctrico que podría circular en ciudades altamente congestionadas en 2030.
Los alumnos de la Universidad Iberoamericana gozan de prestigio y abolengo en el certamen internacional de diseño y manufactura automotriz Partners for the Advancement of Collaborative Engineering Education (PACE), organizado por la empresa estadounidense General Motors (GM). En octubre de 2015 ya habían obtenido algunos trofeos, pero esta vez fueron reforzados por estudiantes del Tecnológico de Monterrey, para rediseñar el auto.
La Universidad Iberoamericana ha finalizado entre los tres primeros lugares en los últimos seis años en PACE, y en esta ocasión la institución incorporó por primera vez a estudiantes de Ingeniería en Mecatrónica y Producción, quienes diseñaron una dirección asistida electrónicamente con tecnología que permite identificar la posición de las llantas.
Lo que llamó la atención de los jueces calificadores fue la propuesta modular, pues no ocupa más espacio del requerido por sus pasajeros, ya que debido a su mecanismo de apertura, similar al de una bisagra, su largo total se puede expandir o acortar según si lleva uno, dos o tres tripulantes.
Con esta característica REVO contribuirá a reducir el tamaño que demanda para circular y estacionarse en las grandes urbes, como la de Nueva York o Ciudad de México, para la cual está planteado como propuesta de solución de movilidad.
Otra aportación única fue presentar una simulación en 3D por computadora, con la cual hicieron un análisis dinámico de la suspensión para medir cargas de frenado, de viraje y del peso del vehículo.
Ningún otro equipo hizo algo similar y esto le valió el segundo lugar, ya que fue el primero y único equipo que hizo esa simulación en el software y que estuvo a disposición de todos los participantes del PACE.
El maestro asesor, Cuitláhuac Osornio Correa, académico de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la Ibero, habló como un entrenador: “Lo más importante de la participación de los universitarios en PACE es llevarse la experiencia del trabajo en equipo, “que siempre es así en ingeniería”.
Otras ventajas del diseño de REVO es la automatización y programación, que permiten que el auto puedan quitársele cosas para ganar espacio. Esta fue la gran aportación de los mecatrónicos.
Los muchachos de la Ibero ya se entusiasmaron y además de quedar satisfechos con la participación de sus compañeros del Tec de Monterrey, invitarán en próximas ediciones a alumnos de Diseño Industrial, Diseño y Mercadotecnia para entregar proyectos más completos y volver con el primer lugar.
(Fotos cortesía Universidad Iberoamericana)