Los racistas tienen tanto odio que no les cabe en el cuerpo.
Por: Omar Porcayo
El histórico cementerio Goodyear Farms o Cementerio Pioneer ubicado en el sur de Phoenix, Arizona, es un camposanto latino que da testimonio del esfuerzo de cientos de mujeres y hombres que trabajaron en los campos de Avondale durante generaciones. Lamentablemente ni su solemnidad lo mantuvo ajeno al odio desenfrenado de los grupos supremacistas blancos.
A principios de abril la policía informó que al menos una docena tumbas fueron vandalizadas con insultos racistas y una esvástica. El incidente fue catalogado como una agresión por lo que se estaba investigando aunque no había sospechosos.
“Estamos muy tristes e impresionados por este incidente indignante”, declaró Kenn Wise, alcalde de Avondale.
“A nombre de la ciudad, nuestros corazones están con las familias y los descendientes de aquellos que están sepultados en el cementerio, toda la comunidad está con ustedes”, agregó.
En Goodyear Farms descansan los restos de campesinos inmigrantes desde 1917. Muchos fueron víctimas de una epidemia de gripe en 1918, según Univision. También se encuentran los restos de veteranos de guerra que pelearon por el país.
“Es terrible, me duele como si me apuñalaran”, dijo a Alternet Carol Santos, cuyo familiar descansa en el cementerio con más de 100 años de antigüedad.
De acuerdo con Santos esta no es la primera vez que hubo desmanes en el cementerio, pero nunca con tanta saña.
Desde que Donald Trump apareció en el escenario político con su discurso xenofóbico, los crímenes de odio se incrementaron en el país, a la par que grupos supremacistas blancos han florecido envalentonados por el ahora presidente.
No es la primera vez que Trump y su pandilla la emprenden contra personas que ya dejaron este mundo. En febrero el presidente aseguró que perdió el voto popular por sufragios de 3 millones de inmigrantes indocumentados y gente fallecida. Los analistas rápidamente confirmaron que era imposible y que lo único muerto era la decencia en la Casa Blanca.
