Una imagen dice más que mil... mentiras.
Ni violadores, ni criminales, un grupo de militares de origen mexicano enrolados en el Ejército de los Estados Unidos, demostró a través del poder de la imagen, que los latinos están orgullosos de sus raíces y de servir al país.
A pesar de las injurias y el clima hostil que se ha exacerbado en contra de la comunidad hispana por la retórica racista de Donald Trump, todos los días hay miles de elementos dispuestos a defender al país que adoptaron.
De acuerdo con estadísticas del ejército, de los 1.3 millones de elementos en activo, 13% son de origen hispano. Su presencia aumentó drásticamente en los últimos 30 años, ya que en 1985 solo representaban el 3%.
La oportunidad de servir al país podría ya no ser exclusiva de residentes y ciudadanos. Una iniciativa del Departamento de Defensa busca permitir a inmigrantes indocumentados elegibles bajo el programa de Acción Diferida (DACA), ingresar a las filas del ejército.
Se trata de un plan inédito para “dreamers” con habilidades especiales, que sean de utilidad para las fuerzas castrenses.
La Corte Suprema decidirá próximamente si descongelará la Acción Ejecutiva (DACA) y su versión ampliada (DAPA), para beneficiar a 5 millones de inmigrantes indocumentados.
¿Cuántos de ellos tendrían la oportunidad de defender la nación en la que han vivido toda su vida?