Es irónico que el mismo país que los persigue y los quiere echar, considera a los indocumentados para ir a la guerra.
Por: Omar Porcayo
Los inmigrantes sin autorización están siendo perseguidos por la administración Trump, acusados de costarle al país más de lo que aportan, sin embargo diferentes estudios han documentado lo contrario: Estados Unidos se beneficia de su trabajo y el servicio militar no es la excepción.
Por ley todos los hombres, incluidos los inmigrantes indocumentados, entre 18 y 25 años de edad deben de registrarse en el Sistema de Servicio Selectivo (SSS), agencia que se encarga de reclutar personas para el servicio militar en caso de una emergencia nacional, como una guerra.
“Por ley, ahora mismo, los inmigrantes entre 18 y 25 años de edad, con o sin papeles, tienen que registrarse”, dijo en conferencia de prensa en enero Lawrence G. Romo, director del sistema.
“Todos los hombres en esas edades deben registrarse, porque así lo exige la ley federal, y entre más personas cumplan con este requisito, más justo y equitativo sería un eventual reclutamiento en el futuro”, agregó.
Cabe señalar que la última ocasión en que Estados Unidos realizó un reclutamiento obligatorio fue durante la Guerra de Vietnam (1955 – 1975).
Romo exhortó a los jóvenes indocumentados a inscribirse en el programa, argumentando que en caso de un hipotético reclutamiento y servicio, abrirían el camino a la residencia legal. Además, aclaró que no comparten información con el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).
La invitación del funcionario sale sobrando, ya que de acuerdo con jóvenes inmigrantes, el SSS presiona en el domicilio y en la escuela para registrarse.
“Es obligatorio, si vas a una escuela pública, a los 18 tienes una carta en tu buzón del SSS “, contó Vlad, inmigrante de Rumania a “Behind The Mirror”.
“Te mandan cartas y cartas y si no lo haces, van a tu casa y te arrestan. Hay un riesgo de deportación ahí”, agregó Faby, una joven mexicana de 23 años que llegó a Estados Unidos al año de edad.
“Tenemos la mentalidad de servir al país en el que crecimos y proteger a nuestras familias”, agregó, aunque ella no tiene la obligación de registrarse por su género.
Llama la atención que la milicia cada vez es más flexible para aceptar el servicio de los inmigrantes indocumentados, pero el gobierno se rehúsa a ofrecer un camino comprensivo a la residencia.
A partir del 2014, los beneficiarios de la Acción Diferida (DACA por sus siglas en inglés) con talentos especiales, son admitidos para prestar servicio militar. Para organizaciones proinmigrantes, se trata de un segmento insignificante de la población de “Dreamers”, pero fue un paso positivo del Pentágono para las personas que desean servir.
En el lado opuesto están los inmigrantes que sirvieron al ejército, incluso en operaciones de guerra en Medio Oriente, y luego fueron deportados. Se han registrado cientos de casos desde la guerra de Vietnam, en uno de los grandes pendientes del gobierno con sus soldados.
Durante su campaña, Trump abrió la posibilidad para que en “casos especiales” inmigrantes indocumentados prestaran servicio militar y posteriormente pudieran optar por la residencia.
“Si el plan es que presten servicio y logran entrar. Yo absolutamente mantendría a estas personas. Tenemos que ser cuidadosos. Tenemos que examinar muy cuidadosamente a quien acceda así, pero mi respuesta es sí. Es una circunstancia muy especial”, expresó, contrario a su habitual discurso antiinmigrante.
Durante su primer discurso ante el Congreso, el presidente habló de una probable reforma migratoria basada en los méritos. No cabe duda que ahí se deben incluir a los valientes que han servido y quieren servir al país.