Las amenazas de Trump no le hacen nada a Lego, que seguirá haciendo juguetes en México y en donde sea.
Por: Grethel Delgado
Bali Padda, quien será el próximo jefe ejecutivo de la empresa danesa Lego, afirmó que bajo la presidencia de Donald Trump no se tiene que afectar el crecimiento del negocio en México.
La empresa había proyectado anteriormente una expansión de sus edificios en Monterrey y el plan no se cancelará.
Lego es propiedad privada de la billonaria familia Kirk Kristiansen, en Billund, Dinamarca. Tiene acciones por todo el mundo y oficinas importantes en el Reino Unido, China y Estados Unidos. El grupo fue creado en 1932, por Ole Kirk Kristiansen, y actualmente es uno de los negocios de juguetes más exitosos a nivel internacional.
El año pasado, Lego declaró que aumentaría sus edificios en Monterrey. Este es el único sitio en América latina con una unidad de producción de estos juguetes.
“Según nuestros planes, esperamos poder contar con 3,000 trabajadores más en la fábrica de México para 2022. Está previsto que las reformas comiencen antes de que acabe 2015 y el proceso de fabricación se inicie en 2018”, afirmó Padda en un comunicado del sitio oficial de Lego.
Con México siempre
El lema de Lego dicta lo que ha sido su línea durante los años que lleva en el mercado. “Solo lo mejor es lo suficientemente bueno”. Basados en juguetes didácticos, buscan que los niños sean creativos y aprendan a construir su mundo con pequeños bloques de colores.
Bali Padda dio declaraciones acerca de este asunto, quitando importancia a las especulaciones. “Cuando [Trump] asuma, veremos qué pasa y qué medidas tendremos que tomar”.
“Nos concentraremos en llevar este gran producto a las manos de la mayor cantidad posible de niños y luego veremos qué pasa en el mundo geopolítico que nos rodea”, agregó Padda.
Pues ya lo dijeron, Lego no tiene que ver con muros fronterizos, sino que construye sueños y juegos para todos los niños, sin importar de dónde sean.
Los antojos de los políticos no deberían afectar la inocencia de los niños en sus juegos, y menos la ilusión de las navidades.