Continúa la "rebelión" pacífica en contra de los intentos de dividir y enfrentar a dos países unidos por lazos económicos y humanos.
Habitantes de las ciudades fronterizas de Presidio, Texas, y Ojinaga, Chihuahua, cruzaron este fin de semana el puente que divide México de Estados Unidos en un acto de solidaridad entre los pueblos y rechazo al muro fronterizo que el presidente electo Trump ha prometido construir.
“Puentes, no muros”, fue la consigna con la que decenas de habitantes marcharon en total calma.
“Nos llevamos muy bien aquí… es lo que queremos mostrarle al mundo”, dijo a Fusion la organizadora de la manifestación, Laurie Holman.
Y es que estas comunidades están estrechamente vinculadas. El pequeño pueblo de Presidio está poblado en su mayoría por hispanos, mientras que los habitantes de Ojinaga cruzan de manera rutinaria a Estados Unidos.
“Básicamente somos una sola comunidad con un río entre nosotros”, dijo a un medio local el alcalde de Presidio John Ferguson.
“Creo que es una gran manera de hacer una declaración acerca de los problemas del país de una manera positiva”, agregó.
Y es que Trump aseguró en su primera entrevista después de que ganó las elecciones, que por más difícil y costoso que sea el muro, lo construirá.
“Con un muro sería imposible trabajar juntos, lo que necesitamos son puentes, la gente de Presidio y Ojinaga son como hermanos”, agregó Hury Muñoz, Secretaria de Gobierno de Ojinaga, quien también se apersonó en la marcha.
Esta es solo una de muchas manifestaciones que se han desatado en ambos lados de la frontera en contra de la división promovida desde el próximo gobierno de los Estados Unidos.