La valiente regiomontana se unió al reto Explorers Grand Slam no solo para cumplir su sueño, sino para inspirar a otros a superar sus propios obstáculos.
Francesca Cesario Guzmán es una joven de 29 años nacida en Monterrey, hija de padre canadiense y madre mexicana, que está tratando de hacer que su nombre sea un ejemplo del Mexican Power, o mejor dicho del Mexican Female Power.
Al igual que muchos otros jóvenes de su edad, Cesario ha recibido muchos consejos, pero cuando le dijeron que debía conquistar todas las cimas y poner el nombre de su familia en alto ella lo tomó muy literal, y se unió al reto Explorers Grand Slam.
Este challenge consiste en escalar los siete montes más altos del mundo que son el Everest en Asia, el Aconcagua en Chile, el Makenli en Alaska, el Kilimanjaro en África, el Elbrús en Rusia, el Macizo Vinson en en Antártico y el monte Jaya de Oceanía, además de explorar el Polo Norte y el Sur.
“Quiero ir más allá de lo que otros han ido, atreverme a soñar y cumplir estos sueños para poder inspirar a otros jóvenes y demostrarles que en la vida siempre habrán obstáculos y que todo lo que vale la pena no llega fácil, sino a través de una lucha constante y creyendo en nuestras capacidades”, dijo Francesca a El Universal.
La joven descubrió su amor por las montañas desde que era joven, pero no fue sino hasta 2015 cuando, al encontrarse en la cima del volcán Iztlacíhuatl a 5,000 metros de altura sobre el nivel del mar, cuando se dio cuenta de que quería convertirse en una atleta profesinoal de alto rendimiento.
“La montaña me ha enseñado mucho. Primero a soñar, a creer que no hay imposibles, a esforzarme, a luchar por lo que quiero, y a no darme por vencida”, añadió Francesca.
Su primer gran reto fue escalar el monte Aconcagua, en Chile, algo que logró en tan solo nueve días, cuando la mayoría de los escaladores tardan entre 19 y 21. Y cuando logró llegar al cima lo primero que hizo fue poner la bandera tricolor para marcar el territorio, como uno más conquistado por los mexicanos.
“Creo que si escalo representando a mi país, puedo ser referencia como atleta mexicana, para que los ojos del mundo volteen a México y den pauta para que sucedan muchas otras cosas”, afirmó.
Además, lleva con ella la bandera de la institución ComúnATi, una organización que ayuda a personas con enfermedades mentales, para crear conciencia sobre estos trastornos.