Donald Trump gasta saliva con su sentir anti-latino. Pero la canciller mexicana dijo un par de verdades desde Washington.
Mientras el precandidato republicano, Donald Trump, continúa despotricando en contra de los latinos en Estados Unidos –incluyendo su más reciente ataque a un juez mexicoamericano– otros prefieren actuar con decoro buscando crear puentes con otras comunidades importantes en Estados Unidos.
El lunes la canciller mexicana, Claudia Ruiz Massieu, habló sobre la importancia del acercamiento entre la comunidad judía y la mexicana para vencer al fanatismo, durante el Foro Global del Comité Judío-Americano en Washington.
No es la primera vez que en Estados Unidos se han unido dos comunidades azotadas por el racismo y la xenofobia. En la década de los 60, el rabino Abraham Heschel marchó en varias ocasiones con el líder de los derechos civiles, Martin Luther King.
De lo mejor que dijo Ruiz Massieu:
1.
“La cruda verdad es que hoy más de 6 millones de empleos de Estados Unidos dependen de la relación comercial con México. Esto representa un número mayor a toda la población judía en este país. Entonces, permítanme desmentir uno de los mitos más grandes: no robamos trabajos a las compañías estadounidenses. Por el contrario, somos vitales para millones de mujeres y hombres que proveen a sus familias en este lado de la frontera”.
2.
“Al comprar productos mexicanos están ayudando a la economía estadounidense; en promedio 40 por ciento del contenido de las exportaciones mexicanas fue hecho en Estados Unidos. Así es: 40 centavos de cada dólar que se gasta en productos mexicanos apoya el empleo en Estados Unidos”.
3.
“Si la historia nos ha enseñado algo, es que cuando se permite la discriminación contra un grupo, sólo es cuestión de tiempo antes de que empiece contra otros. La pasividad envalentona a los intolerantes y florece en medio del silencio”.
4.
“Déjenme decirlo fuerte y claro: combatir el anti-semitismo, al igual que confrontar el sentimiento anti-mexicano, no es un asunto judío, ni un asunto mexicano. Es una batalla común de derechos humanos y un asunto de dignidad universal que va más allá de la raza, la religión, la ideología o las políticas”.
5.
“La esperanza prevalecerá sobre el miedo, la razón sobre la ignorancia y la libertad y dignidad sobre la discriminación y el fanatismo”.
Puedes ver el discurso completo aquí.