"Dios me bendijo, porque ahora soy mexicano", Paul Fitz.
Por: Omar Porcayo
El gobierno mexicano informó que recibió más de 440 toneladas de víveres y la ayuda de rescatistas de 27 países por la catástrofe que causó el terremoto de 7.1 grados Richter el pasado 19 de septiembre. Entre esos cientos de especialistas, no están contando la invaluable ayuda de un bombero inglés que viajó miles de kilómetros con sus propios recursos, solo para ayudar.
Paul Fitz es un miembro del cuerpo de bomberos de la ciudad de Londres, que tomó su equipo por iniciativa propia y pagó su pasaje hasta la Ciudad de México donde arriesgó su vida entre los escombros del edificio que se derrumbó entre las calles de Ámsterdam y Laredo, en la tradicional colonia Condesa.
La historia de Fitz es un ejemplo de la empatía que la comunidad internacional mostró hacia México. No solo de orden gubernamental, sino también ciudadano.
“Dios me bendijo, porque ahora soy mexicano. ‘Pero, Fitzy, tú naciste en Inglaterra’. ¡Nosotros, los mexicanos, nacemos donde queremos nacer!”, escribió el voluntario en su cuenta de Facebook, una vez terminada su labor.
El bombero guardó varios momentos emblemáticos de su paso por México, en los que retrató la solidaridad de los mexicanos, que lo conmovió para siempre.
“La bondad y el amor mostrados por el pueblo mexicano no solo me hizo enamorarme del país, sino que restauraron un poco mi fe en la humanidad… Creo que siempre recordaré la devastación causada y los sitios desgarradores, pero espero nunca olvidar cómo un país se unió y se quedó de pie toda la noche, todas las noches, para tratar de encontrar su propia”, escribió en una convocatoria a sus compatriotas ingleses a ayudar financieramente a México, en las labores de reconstrucción.
Sus compatriotas adoptivos no pasaron por alto el inaudito gesto de hermandad de Fitz.
“Ahora tienes un segundo hogar y una gran familia aquí. Recuerda que los mexicanos nacemos donde se nos da la chingada gana, y tú solo elegiste nacer en Londres”, expresó René Barajas, uno de los rescatistas mexicanos que trabajaron codo a codo con el europeo.
La tragedia que embargó a México dejó innumerables postales heroicas. Desde la amabilidad y disposición de los rescatistas japoneses, hasta la disposición del ejército israelí, sin olvidar la entrega de la ayuda estadounidense y latinoamericana.