No se iban a quedar de brazos cruzados esperando al gobierno.
Por: Omar Porcayo
Las Cascadas de Agua Azul son uno de los tesoros naturales más espectaculares del mítico estado de Chiapas, México. Se trata de una formación rocosa de acantilados y cañones donde se juntan los afluentes del río Otulún, Shumuljá y Tulijá, a poco más de media hora de Palenque.
Hace un par de días circuló la noticia de que se estaban secando. Sus aguas azules simplemente habían desaparecido, dejando desnudas las piedras en una escena inaudita.
Los primeros reportes hablaban del desvío del cauce del río, otros señalaron que producto del sismo del 7 de septiembre, se abrió una grieta en el subsuelo por el que estaba escapando la corriente.
Ni tardos ni perezosos, los propios habitantes de la zona salieron con palas y picos a retirar escombros de piedra que interrumpían al caudal. Según reporta Animal Político, lo que las autoridades consideraron que tardaría semanas, los lugareños lo consiguieron en un día.
[] Devolver el agua a las Cascadas de Agua Azul tardaría semanas: autoridades; habitantes lo lograron en menos de un día pic.twitter.com/H8TyPDiGzW
— AnimalPolitico.com (@Pajaropolitico) November 16, 2017
“Vivimos del turismo porque no tenemos tierra para trabajar”, dijo a Chiapas Sin Censura, Pascual Moreno, uno de los voluntarios que lograron que las Cascadas de Agua Azul recuperaran su belleza de forma inmediata.
Moreno afirmó que no se invirtieron recursos privados, más que la mano de obra de los afanosos chiapanecos.
Las autoridades explicaron que la abrupta sequía de esta maravilla natural se debió a razones multifactoriales, entre los que destaca que uno de los afluentes de los que se alimenta el río tiene un colapso que provocó un descenso en el nivel de agua.
En redes sociales la labor de los pobladores fue festejada y calificada como un acto proactivo, ante la usual tardanza del gobierno.
Roberto Ramírez de la Parra, titular de la Comisión Nacional del Agua, matizó el accionar ciudadano. En declaraciones a Radio Fórmula, aseguró que a pesar de lo encomiable que resultó la iniciativa de la población, podrían haber causado un daño mayor por no contar con los estudios científicos necesarios para la reparación. Se comprometió a que en 72 horas con las labores de sus cuadrillas el problema comenzará a reestablecerse y en 20 días quedará subsanado por completo.