La marca Trump gana una primera batalla en China, pero ¿quién jalará más?
Por: Oso Oseguera
China tiene una historia de marcas de exportación que son hilarantemente inapropiadas, incluyendo la ropa interior para hombres cuyo nombre traducido es “La puerta delantera”, o el nombre de las maletas “Larga marcha” y, “Un gran rebote hacia adelante” para el pulidor de pisos. Ahora toca el turno de una marca que seguramente llamará la atención de algunos demócratas y varios republicanos. Se trata de los retretes marca Trump.
Será una tentación sentarse en ese “trono”. El nombre no tiene nada que ver con el 45º presidente. Shenzhen Trump Industries fue fundada en 2002. Su nombre chino, Chuang Pu, significa “innovar en todas partes”. Suena similar a un nombre usado a menudo para Donald Trump: Chuan Pu (¿champú?). La empresa fabrica baños para “spas de alta gama, hoteles e instituciones públicas”, y utiliza el primer “dispositivo de recubrimiento sanitario del retrete de rebobinado continuo”. El jefe de esta empresa asegura que los inodoros Trump se usan 100 millones de veces al año en China.
Esta gran historia de éxito de China está ahora bajo amenaza. Este retrete es uno de los muchos productos chinos no relacionados con el presidente estadounidense que usan la palabra Trump. En 2006, Trump solicitó en China el registro de su nombre como marca en los servicios de construcción. Y finalmente la obtuvo, así que no habrá una Trump Tower en territorio chino, ni genuina ni pirata.
The concept of global warming was created by and for the Chinese in order to make U.S. manufacturing non-competitive.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 6, 2012
Desde hace muchos años, mensajes que acusaban a China de propiciar una guerra sucia contra EE. UU. se colaban en los discursos del hoy presidente electo, Donald Trump. En el lejano 2011, Trump ya aseguraba que el país asiático era un enemigo que quería destruir a su nación.
"China is our enemy–they want to destroy us" — Redstate Interview
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 20, 2011
“En el ámbito comercial, los chinos son unos tramposos”, llegó a publicar también el empresario. Y es que la relación entre Washington y Beijing no ha sido fácil. Son dos potencias económicas que han liderado el comercio mundial en los últimos años y han disentido en diversos frentes.
Alan Garten, el director jurídico de la Organización Trump, dijo al Washington Post que “alguien estaba ocupándose indebidamente de los derechos de la empresa”. Esta semana, después de años de disputa, y por increíble coincidencia, justo después de que Trump prometiera honrar la “política de una sola China”, un tribunal chino acordó que en el negocio de la construcción, la marca Trump sí pertenece a la Organización Trump.
Pues hasta ahora, las implicaciones legales para los baños de Trump no se conocen. ¿Quién será el ganador? ¿Quién se irá por el caño?