De plano a estos el odio ya les carcomió el cerebro.
Por: Omar Porcayo
Si una cosa ha quedado clara en la administración de Donald Trump es que los políticos de extrema derecha están dispuestos a “darse un tiro en el pie” con tal de cumplir su agenda antiinmigrante.
Obsesionados con su guerra de odio y discriminación, el presidente y el Fiscal General, Jeff Sessions, impulsaron el fin de la Acción Diferida para los llegados en la infancia (DACA, por sus siglas en inglés), sin considerar que privar de su permiso de trabajo cerca de 685,000 jóvenes capacitados, iba a impactar la economía de forma severa.
El USC Center for the Study of Immigrant Integration estimó en un reporte publicado en julio, que con el fin de DACA se genera un vacío en la economía de $460,300 millones de dólares por los próximos 10 años.
Hay que recordar que los “Dreamers” cuyo futuro está en vilo, recibieron del expresidente Barack Obama, un alivio migratorio que les permite trabajar y estudiar, apoyando el desarrollo de sus comunidades.
Otra cosa que reveló el estudio es que el impacto del fin de DACA será especialmente costoso en localidades a las que pertenecen o representan algunos de los políticos que han mantenido una línea antiinmigrante especialmente dura.
Por ejemplo, en Selma, Alabama (7o distrito), de donde es originario Sessions, va a perder $21.8 millones de dólares anuales de su Producto Interno Bruto al marginar de la economía a 500 beneficiarios de DACA y a otros 700 elegibles. El estado de Alabama, al que representó al ahora fiscal en el Senado, dejará de percibir $188 millones de dólares anuales ya que hay 4,083 “Dreamers” y otros 4,000 elegibles.
El Fiscal General de Texas, Ken Paxton, una de las figuras más antiinmigrantes y gran impulsor de la fallida ley contra ciudades santuario SB4, demandó al gobierno por DACA, sin importarle que el estado perdería $6,783 millones de dólares anuales sin el programa. Tan solo McKinney, su lugar de residencia, perderá $84.1 millones de dólares anuales, sin los 1,600 “Dreamers” y 3,800 jóvenes elegibles.
Trump, ubicado en el 12o distrito, favorecerá una pérdida en el PIB neoyorquino de $71 millones de dólares anuales, por agredir a los 1,100 beneficiarios de DACA que viven ahí, más 2,600 elegibles.
Como ellos, hay muchos más representantes que afectaron económicamente a sus comunidades, tan solo por la ceguera que les causa su odio.