Además de ser un cruel político, es un payaso que causa más pena que risa.
El Fiscal General de los Estados Unidos, Jeff Sessions, es la mente detrás de la política de cero tolerancia en contra de los inmigrantes indocumentados que ha dejado más de 2,000 niños separados de sus padres.
Este funcionario de Alabama que ha sido calificado como “demasiado racista” por sus propios colegas, no ha dado un paso atrás a pesar de la indignación mundial que ha generado su ofensiva contra niños inmigrantes. Sigue defendiendo su cruel estrategia a pesar de que un juez federal dio al gobierno de Donald Trump 30 días para reunificar a las familias que han separado.
Este miércoles durante una reunión de la fundación conservadora Criminal Justice Legal Foundation en Los Ángeles, California, bromeó sobre la separación familiar y recibió la ovación de la concurrencia.
Here's Attorney General Jeff Sessions making a joke today about separating families (to laughter and applause) pic.twitter.com/j38Oyhd313
— Robert Maguire (@RobertMaguire_) June 26, 2018
“Estas mismas personas viven en comunidades cerradas, muchas de ellas, y se presentan en eventos donde tienes que tener una identificación para venir a escucharla hablar. Les gusta un poco de seguridad a su alrededor”, expresó.
“Si tratas de saltar la cerca, estarían felices de que te arresten y separen de tus hijos”, dijo irónico ante las risas de su público.
Hay cientos de testimonios de padres preocupados porque no saben dónde están sus hijos. Además, organizaciones de defensa de derechos de la infancia han advertido que los traumas causados a los infantes por aislarlos pueden tener consecuencias funestas, tal y como mostraron los estudios que se hicieron tras el Holocausto.
A Sessions no solo le debería dar vergüenza su terrible política inhumana, también su fracaso como bufón.