"El voto latino es clave en Florida pero especialmente en el sur donde una nueva oleada de inmigrantes podría tener en sus manos el codiciado boleto a la Casa Blanca".
Florida, el objeto de deseo de las próximas elecciones presidenciales, tiene un sabor latino que podría ser definitivo en el rumbo que tome el país y buena parte del mundo. Así se mira desde la óptica que el periodista Enrique Acevedo compartió en un espacio de The New York Times.
“Es el premio gordo entre los estados que llegan sin definirse a la jornada electoral del próximo 8 de noviembre. Donald Trump puede arrebatarle a los demócratas estados como Ohio, Pensilvania, Carolina del Norte, Nevada, New Hampshire y perder la elección, si no triunfa en Florida”, aseguró el presentador de Univision.
Los republicanos están en predicamentos, pues la migración latina cambió la configuración de una entidad tradicionalmente conservadora.
“La implacable oleada latinoamericana junto a nuevas generaciones del exilio que apostaron por una mayor pluralidad y mudaron su simpatía hacia los demócratas, convirtieron a la ciudad en uno de los centros urbanos más diversos del mundo y alteraron para siempre el perfil del voto latino en Miami y sus alrededores. Los históricos perdieron su homogeneidad y los republicanos a su mejor aliado”, agregó.
“Una nueva oleada de inmigrantes podría tener en sus manos el codiciado boleto a la Casa Blanca”.
A decir de Acevedo, la contienda se ha cerrado tanto, que el fiel de la balanza podría ser Florida, donde se reparten 29 votos del colegio electoral.
“El presidente Obama ganó Florida por más de dos puntos en 2008 y por menos de un punto en 2012. Todo indica que en noviembre tendremos una elección igual o más reñida”.
Si los latinos salen a votar, podrían ser la clave que defina al próximo presidente de los Estados Unidos.
“El voto latino es clave en Florida pero especialmente en el sur donde una nueva oleada de inmigrantes podría tener en sus manos el codiciado boleto a la Casa Blanca”.
Lee aquí la columna completa de Enrique Acevedo en The New York Times.