La lección que ha dejado la candidatura de Trump, es que es un mentiroso crónico, un personaje irascible capaz de atacar a quien sea para conseguir sus objetivos. El mensaje conciliador que envío a los hispanos evangélicos es una nueva prueba.
Ahora que Donald Trump prácticamente superó el escollo de la nominación al interior del Partido Republicano, quiere congraciarse con el electorado latino al que tantas veces insultó.
En un mensaje dedicado a la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano que se sesionó el fin de semana en California, prometió ayudar a los hispanos, sí, a esos a los que ha calificado de “violadores”.
27.3 millones de electores no son una cantidad despreciable para alguien que quiere ganar la presidencia, sobre todo si ese alguien tiene una personalidad casi esquizofrénica.
Justo porque nos tomamos en serio que una persona así pueda llegar a ser presidente, estas son seis razones por las que su mensaje nos da risa:
No mencionó el “gran muro” que ha asegurado que obligará a pagar a México.
¿De pronto se le olvidó? 
Dice que “Nacional”, “Hispano” y “Cristiano”, son tres grandes palabras.
Después de un año de un año de utilizar la segregación y el racismo hacia los hispanos, descubre que es una gran palabra.
Dice que los latinos pobres “van a comenzar a pagar impuestos después de que estén ganando un montón de dinero, y es de esperar que eso sea pronto”.
La mayoría de los analistas coincide en que su propuesta económica es un desastre.
Aseguró que “estamos perdiendo nuestros trabajos, se los está llevando China y Japón”.
¿Por qué ahora no mencionó a México?
“Nuestro país va a estar unido por primera vez en mucho tiempo”.
Lo dice el hombre que ha provocado los mayores disturbios electorales de los que se tenga memoria.
Dice que nos va a gustar el presidente Trump.
Este chiste se cuenta solo.
No Donald, solo nos provocas risa, vete a buscar votos a otro lado.