Ícono del sitio Barrio

#Orlando: ¿A quién le conviene que cedamos al miedo?

El peor tiroteo masivo en la historia del país agrava la tensión que nos azota. El odio, impulsado desde las campañas políticas, cobró forma y hace más grande la grieta que divide a los estadounidenses. Por desgracia, hay quien se beneficia de ello.

Por: Omar Porcayo

Todavía se escuchaba el eco de las balas que cobraron la vida de 50 personas en el club gay “Pulse” de Orlando, Florida, cuando ya había personas intentando sacar provecho del peor tiroteo masivo en la historia del país.

No es difícil saber de quién se trata:

“Aprecio las felicitaciones porque he estado en lo correcto con el terrorismo islámico radical. No quiero felicitaciones, quiero dureza y vigilancia. Tenemos que ser inteligentes”.

Antes de ser presas del encono por una tragedia de esta magnitud, es importante hacerse un par de preguntas: ¿A quién le conviene la división y radicalización en la que ha caído el país?, ¿Por qué se siembra el miedo en lugar de la reconciliación?

Estados Unidos ha estado durante más de un año bajo una guerra divisoria. También Hillary Clinton y Bernie Sanders han apostado por las posiciones absolutas, se descalifican con los mismos argumentos que critican en Trump.

Hoy que 50 norteamericanos perdieron la vida por un crimen de odio, vienen las condolencias, tardías e infructuosas.

¿Cómo llegamos a esto?

El atacante

Omar Mateen llamó al 911 para declararse seguidor de ISIS antes de asaltar el club nocturno. No precisaba del anonimato, quería que su nombre, su fotografía y su afiliación al grupo terrorista, aparecieran en todos los noticiarios del país. Estaba dispuesto a morir para sembrar la semilla del miedo.

Era un ciudadano norteamericano al que le enfurecía ver a dos hombres besarse. Así lo declaró a NBC News, Mir Seddique, su padre.

“Esto no tiene que ver con religión… está muerto, así que no puedo preguntarle por qué lo hizo”, expresó Seddique vía telefónica.

Ángel Méndez busca a su hermano Jean, afuera del hospital. Había acudido al club Pulse la noche del sábado. (AP)

ISIS no desaprovechó la ocasión y asumió la autoría del atentado, informó la agencia de noticias Amaq, afín al grupo terrorista.

Mateen, nació en 1996 en New York, y de acuerdo con Orlando Sentinel, el FBI lo tenía en la mira por sus recientes inclinaciones a ideologías islámicas extremistas.

Así como en los ataques de París en 2015, este pistolero cumple con el perfil de los nuevos reclutas occidentales de ISIS. Joven, con algún lazo afin al “Yihad”, muy activo en Internet, pero sobre todo, susceptible al discurso de los radicales, esos que en uno u otro bando, promueven el nacionalismo al ultranza.

Las víctimas

La mayor matanza de estas características en la historia de los Estados Unidos, ha tenido lugar en un club LGBT, e irónicamente durante la “noche latina“, por si fuera poco, en junio, mes en que se celebra el “Orgullo Gay”.

Si algo ha marcado la discusión nacional en el último año, son los derechos civiles de las minorías, por lo que no se puede pensar que la elección de las víctimas ha sido al azar.

El presidente Barack Obama, se mantuvo como la voz de millones que pretenden la unificación en el país: “Este es un recuerdo de que un ataque contra cualquier americano, independientemente de su raza, religión u orientación sexual es un ataque contra todos nosotros”.

“El lugar donde fueron atacados más que un club nocturno, es un lugar de solidaridad, un lugar de empoderamiento”, explicó el mandatario en un mensaje a la nación.

Gays, hispanos, afroamericanos, asiáticos, todos han levantado una bandera común en los momentos más álgidos de la convivencia en el “país de la libertad”, la bandera de la inclusión. Pero se han encontrado con el rechazo de un sector social que presta oídos a líderes intolerantes, que encienden el enojo con la llama del miedo.

Basta con leer el tuit que el vicegobernador de Texas, Dan Patrick, publicó unas horas después de sucedida la masacre:

“No se engañen: nadie se burla de Dios. Se recoge lo que se siembra”.

La oficina del político cristiano evangélico, aseguró que el mensaje no significaba una burla a la matanza en el bar gay, y borraron de inmediato la publicación.

De este tamaño es la grieta que se ha abierto en la sociedad norteamericana. Representantes del gobierno y el orden, tratando de imponer su ideología al precio que sea. Obviamente, que ese virus permea y cuando infecta a un joven que puede comprar un arma de asalto en la esquina, sobreviene la tragedia.

Armas

¿Qué pasa cuando coinciden el odio y las armas? 132 tiroteos en lo que va del año, como mínimo.

Y es que parece redundante, pero cada vez que un soldado del miedo actúa en la Unión Americana, el común denominador es el acceso irrestricto al armamento.

Como una amarga alegoría de la tradición del armamentismo norteamericano, informes policiacos apuntan a que el atacante actuó con un rifle de asalto AR-15. Sí, el mismo que usaron en los tiroteos de Newtown, San Bernardino, Aurora y Roseburg.

“La masacre es otro recuerdo más de lo fácil que es hacerse con armas”, insistió Obama, que ha enarbolado durante todo su mandato, la regulación del armamento. “Tenemos que decidir si queremos ser este tipo de país”.

Decenas de personas acudieron a donar sangre para los heridos. (AP)

A cada tragedia de este tipo, le sigue un incremento en la venta de armas, ante el estridente silencio de los políticos, doblegados ante la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés).

Seguramente, durante las próximas horas, el debate girará en torno al papel de ISIS en el ataque, y no de la NRA. Especialmente en los medios de comunicación.

Medios de Comunicación

¿Volveremos a ver un semáforo terrorista las 24 horas del día en la televisión? ¿Cuántas veces aparecerá la foto del atacante en Primetime?

Si en algún lugar se necesita coherencia en estos momentos, es en las redacciones de los medios de comunicación. Desafortunadamente en los próximos días intentarán darle un seguimiento objetivo del cual se aprovechan todas las entidades políticas. Es ahí donde los discursos que buscan infundir el terror toman otra dimensión y se magnifican.

De hecho, son las grandes corporaciones las que construyeron una candidatura presidencial que parecía imposible.

Oportunismo y las elecciones

Florida es uno de los llamados estados “Swing States”, es decir, que no tiene una tendencia clara respecto a los candidatos presidenciales. Es el terreno en disputa para convencer a los indecisos, y algunos están dispuestos a hacer lo que sea.

Ha quedado claro, que Donald Trump no tiene pudor en aprovechar la tragedia para apuntalar su discurso nativista, sazonado con el miedo.

Durante los próximos días, apoyado en los medios de comunicación que lo han alentado, endurecerá su retórica racista que busca aislar a Estados Unidos del resto del mundo.

“Lo que pasó en Orlando, es solo el principio”.

Es ese discurso el que alegra los días de organizaciones como ISIS y alienta a jóvenes estadounidenses a radicalizarse en uno u otro sentido. Con cada bravatada de Trump magnificada por los medios, se construye el muro interno que divide a Estados Unidos.

La bandera ondea a media asta en la Casa Blanca. (AP)

No es la primera vez que Estados Unidos debe de decidir entre quien infunde el miedo como su plataforma política y quien no. Pero nunca había sido tan elemental y peligroso.

Murieron 50 inocentes por las balas de la intolerancia. Ceder ante los que infunden el terror, ya sea con un arma, o desde el templete y un micrófono, significaría la derrota de la libertad.