Su "creación" se ha salido de control y ahora no saben qué hacer con él.
Por: Omar Porcayo
El terreno que pisa Donald Trump cada vez se hace más pequeño, al igual que su margen de maniobra. Con cambios en su gabinete a diestra y siniestra en tiempo récord, se está convirtiendo en un hombre sin partido y sus horas en la Casa Blanca parecen estar contadas.
A la derrota legislativa que sufrió Trump en su intento por derogar el Obamacare, gracias a los votos de las republicanas Lisa Murkowski y Susan Collins, además de John McCain, se han sumado una serie de críticas feroces desde el interior del partido por la abrupta remoción de Reince Priebus, ex presidente del Comité Nacional y ahora ex jefe de gabinete de la Casa Blanca.
Este martes el senador Jeff Flake dijo a MSNBC que el caos que se vive al interior de la Casa Blanca solo debilita la posición del país en el mundo y lanzó una dura crítica a Trump y sus electores, asegurando que el triunfo del millonario se debió a una crisis de principios.
“Nunca se abandonaron tan rápidamente los principios fundamentales, como mi partido lo hizo durante el curso de las elecciones presidenciales de 2016”, expresó.
El malestar de los republicanos que cada vez hacen la desbandada más grande, tiene que ver con la poca capacidad de negociación del presidente y su estilo impositivo.
“El Partido Republicano está muerto”, escribió en el Denver Post el representante de Colorado por ese organismo, Ken Buck.
“Hubo un tiempo en el que el partido era un fiel promotor de los intereses del pueblo, pero que ahora ya no vela más por la promulgación de políticas conservadoras. Luego de ocho años de asegurar que un gobierno republicano unido facilitaría políticas conservadoras, nuestro congreso republicano ha conseguido poco, excepto un proyecto de ley que desmorona las aspiraciones de generaciones futuras con deudas insustentables”, agregó.
Fiel a su costumbre, Trump no ha tenido reparo en criticar abiertamente a miembros del partido públicamente, exhibiéndolos en Twitter como poco solidarios y pusilánimes, incluido el Fiscal General, Jeff Sessions, quien fue el primer republicano en respaldar su candidatura presidencial.
Hasta los hijos de Trump han entrado a la batalla en los medios. El lunes Eric Trump apareció en el espacio de Hannity de Fox News, reprochando la falta de apoyo a su padre: “Por qué no lo respaldan (los republicanos), ¿cuánto peso debe cargar solo sobre sus espaldas?”
Maxine Waters, congresista demócrata, aseguró que el panorama es tan oscuro para Trump que los miembros más preponderantes de su partido ya le están “tendiendo la cama”.
“Mike Pence está en algún lado planeando una toma de posesión. Priebus y Spicer llevarán a cabo la transición”, dijo la firme opositora al gobierno federal actual.
Mike Pence is somewhere planning an inauguration. Priebus and Spicer will lead the transition.
— Maxine Waters (@MaxineWaters) July 30, 2017
Y es que la sombra del juicio político siempre se ha cernido sobre la figura del magnate, pero la mayoría republicana en las cámaras hacía pensar que era más que improbable que se consiguieran los votos necesarios para echarlo, sin embargo, después del caos de estos seis meses, todo es posible.