La obstinación de Trump por echar abajo la Affordable Care Act, o ley de salud asequible conocida como Obamacare, no tiene límites, ni siquiera al encarecer los servicios de salubridad a sus más fervientes seguidores, esos que lo llevaron a la Casa Blanca.
Por: Omar Porcayo
Donald Trump manifestó su apoyo irrestricto al plan que presentaron los congresistas republicanos el martes y que busca sustituir la cobertura médica del presidente Barack Obama, uno de los legados más emblemáticos de su administración.
“Estoy orgulloso del plan de salud”, dijo Trump. “Es maravilloso”.
Our wonderful new Healthcare Bill is now out for review and negotiation. ObamaCare is a complete and total disaster – is imploding fast!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 7, 2017
“El plan será presentado para su revisión y discusión. Obamacare es un completo y total desastre. Implosionó rápido”, escribió Trump en Twitter.
Por su parte, el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró que “este es el plan que todos estaban pidiendo… el plan que prometió el presidente”.
Los primeros análisis de la propuesta contradicen a Spicer. Es poco probable que los seguidores de Trump estuvieran pidiendo este plan, pues los costos se elevarán considerablemente para muchos de ellos, especialmente los adultos mayores que perciben menos ingresos.
De acuerdo con The Washington Post, la clase trabajadora blanca fue el pilar del electorado con el que Trump ganó las elecciones. 9 de cada 10 de sus seguidores son blancos y el apoyo fue mayor entre los que tienen menores ingresos.
Además, según la AARP el impacto será mayor en estados donde Trump ganó con amplitud como Michigan, Pennsylvania y Wisconsin.
“Estimamos que el plan cambiará la ley en cuanto los créditos fiscales que subsidia el gobierno para reducir el costo de los seguros”, expresó la institución sin ánimo de lucro que vela por los intereses de los adultos mayores, en un comunicado en el que rechaza la propuesta republicana.
“El costo de los servicios para un adulto de 55 años que gana $25,000 dólares anuales se incrementaría en más de $2,300. Para un anciano de 64 años que gana $25,000 se incrementaría en más de $4,400 y más de $5,800 si gana $15,000”, aseguró AARP.
La Fundación Kaiser lanzó una herramienta interactiva para comprobar los efectos del plan denominado Patient Care (Cuidado a los pacientes). Según una consulta del diario capitalino, los más jóvenes y con mejores ingresos recibirán beneficios, no así los adultos mayores con ingresos anuales alrededor de los $30,000.
El plan ha recibido muchas críticas, incluso desde el mismo seno republicano, donde temen un costo político importante al “traicionar” así la confianza de los electores. El mismo Trump admitió que “era más difícil de lo que pensaba” atender la seguridad social asequible y para algunos expertos, los republicanos se están “tragando sus palabras”, luego de pasar años condenando el Obamacare.
La comunidad latina también sufrirá las consecuencias
No solo los blancos trabajadores que votaron por Trump serán afectados si se aprueban las nuevas disposiciones. Analistas prevén que los latinos serán otro de los segmentos que quedará desprotegido.
“Los latinos en particular tienen mucho que perder con los cambios que se avecinan”, dijo a EFE Elena Ríos, presidenta y directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Médicos Hispanos.
De acuerdo con la doctora, el encarecimiento de los seguros, la pérdida de cobertura médica y de servicios de prevención, son los problemas a los que se enfrentarán miles de personas con bajos ingresos, asegurados por el programa estatal de acceso sanitario.
Cerca de 4 millones de hispanos tienen cobertura médica gracias al Obamacare y la mitad de los niños en edad escolar están cubiertos por el programa estatal.
Vox informó que si el programa entrara en vigor inmediatamente, el incremento para el latino promedio sería de 1,542 dólares al año por seguridad médica y para el 2020 alcanzaría un promedio de 2,409 dólares.
“Vamos a pelear con todo lo que podamos”, dijo a Mundo Hispánico el congresista texano Joaquín Castro.
El representante demócrata de San Antonio condenó la propuesta republicana, por ineficiente e inequitativa.
“Las familias latinas no pueden quedar desprotegidas, no pueden elegir entre pagar al doctor o pagar los medicamentos, entre pagar la renta o los medicamentos”, indicó.
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