Además de firmar la orden ejecutiva para comenzar la construcción del muro en la frontera con México, Donald Trump ha iniciado formalmente su guerra en contra de los inmigrantes y de las ciudades santuario del país.
Por: Omar Porcayo
En una ceremonia en el Departamento de Seguridad Nacional, el nuevo presidente de los Estados Unidos emitió un decreto para despojar de fondos federales a las ciudades santuario, que no cooperan con “La Migra” para detener a inmigrantes indocumentados.
El vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo a los medios de comunicación que se trata de medidas de “sentido común” para acabar con la inmigración indocumentada.
“Las agencias federales aplicarán las leyes migratorias sin remordimientos”, expresó.
Unas 340 ciudades del país entre las que se encuentran grandes urbes como Nueva York y Los Ángeles, se han negado a participar en los esfuerzos por separar a miles de familias con deportaciones, en muchos casos, arbitrarias.
Trump contratará a 5,000 nuevos agentes fronterizos y sumará el triple de efectivos a “La Migra”.
El corte de fondos busca forzar a esas localidades para que cooperen en una ola de deportaciones masivas.
“Muchos californianos han venido de México y de otros países y han hecho del estado un vibrante faro de esperanza”, dijo la víspera el gobernador de California, Jerry Brown.
“No tenemos una estatua de la libertad con su inscripción sobre recibir a las masas cansadas… pero tenemos una puerta dorada, el Golden Gate, un espíritu aventurero y un corazón abierto”, agregó en un claro reto a las políticas del presidente.
Spicer dejó ver que la política de arrestar a inmigrantes indocumentados en la frontera para luego dejarlos ir, terminó, por lo que darían paso a una criminalización severa de las personas.
Según el portavoz, el primer objetivo de Trump es la deportación inmediata de personas con antecedentes penales. Se contratarán a más de 5,000 agentes fronterizos y el triple de efectivos en “La Migra”.
Otra de las medidas decretadas por Trump fue restringir el acceso a los refugiados. Redujo a la mitad la cuota para recibir a personas que huyen de conflictos en Medio Oriente y África.
De la misma forma bloqueará la emisión de visas para ciudadanos de países que califica como “conflictivos”, entre los que se encuentran Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.