Los latinos cada vez tenemos más presencia en estados al norte y centro de EE. UU.
Por: Oso Oseguera
El censo de 2014 indica que EE. UU. tiene 319 millones de habitantes, de los cuales, 55.4 millones son latinos. El principal factor de crecimiento no fueron los nacimientos, sino la inmigración, particularmente durante las décadas de los años 80 y 90, cuando en los países allende al Río Bravo las crisis galopantes y los gobiernos populistas estaban desatados, señala un estudio de Pew Research, titulado: “Factores que han hecho que la población latina esté cambiando”.
El impacto de la inmigración latina está medida casi al detalle. Por ejemplo, en estados como Carolina del Norte o Iowa, lejos de la frontera con México, hay residentes latinos que cambiaron la faz de varios poblados.
El aumento más rápido de la población ocurrió en el estado de Georgia en solo 10 años. El dato sorprendente es que en 14
años (1990 a 2014) se duplicó el número de condados en EE. UU. que cuentan con más de 1,000 habitantes.
Los latinos cada vez se van más al norte o a ciudades del centro de la Unión Americana. “El aumento de la
población latina está menos concentrada en condados donde históricamente ha habido grandes comunidades hispanas”,
señala el informe.
Luego de la recesión económica de 2007, Dakota del Norte es el estado que mayor crecimiento de población latina ha reportado. De hecho, se ha duplicado, en parte por la creación de empleos en el sector energético.
Pew Research lo percibe en la matrícula en las aulas de las guarderías y también en las elecciones locales. Los análisis
indican que en 2002 la proporción de niños en escuelas era de uno por cada cinco asistentes en ocho estados. Una década después (2012), esa proporción ya ocurre en 17 estados.
Por ello hay movimientos en torno a la promoción del voto entre los latinos, como “Diles que voten” y “Women que votan”, entre otros. El cambio de menos latinos nacidos supone que en cada ciclo electoral aumenta el número de ellos que pueden registrarse como votantes. Por ejemplo, en California hay casi 7 millones, en Texas ya son más de 4 millones y en Florida, un estado que podría definir el resultado, hay 2.5 millones. Números nada despreciables.