Los estadounidenses siguen estando afectados por la pandemia del COVID-19 y están más que nunca desesperados para reactivar la economía.
En Estados Unidos 2.4 millones de personas solicitaron seguro de desempleo esta semana, con lo que llegó a 38.6 millones el número de estas peticiones desde que iniciaron las medidas de distanciamiento social por la pandemia.
Esta es la octava semana con incremento inesperado del total de solicitantes de este seguro en el país, pero los nuevos registros van a la baja.
El mayor número fue de 6.8 millones de personas que pidieron esta protección en la última semana de marzo y han disminuido las nuevas aplicaciones al programa cada periodo de siete días.
Hasta el momento el sector servicios, que sostiene el 70 por ciento de la economía estadounidense, ha sido uno de los más afectados, pero desde la presidencia se ha insistido en la reapertura de la económica para revertir esta situación, lo que los científicos aún no recomiendan.
Eric Rosengren, presidente del Banco de la Reserva Federal de Boston, anunció que el desempleo, que se calculó hasta abril en 14.7 por ciento, podría subir hasta el 20 por ciento y mantenerse arriba del 10 por ciento por el resto del año.
Desde la Reserva se anunció que los beneficios a los desempleados tendrían un buen impacto en la economía, aunque el impulso federal podría ser aún más alto, para disminuir los efectos negativos, pues sólo la reapertura de negocios por sí misma no solucionará del todo los problemas.