El primer responsable de lo que está sucediendo en Estados Unidos, Donald Trump, por fin habló de la realidad que le pega en la cara.
La noche del miércoles 27 de mayo será recordada en la historia por ser el día en el que más personas han fallecido por COVID-19 en los Estados Unidos.
A través de su cuenta de Twitter, como ya es tradición, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, habló de la cifra de muertes por coronavirus en Estados Unidos y envió sus condolencias a los familiares y amigos de las víctimas.
“Acabamos de alcanzar una barrera muy triste, con las muertes por la pandemia de coronavirus alcanzando los 100.000. A todas los familiares y amigos de los que fallecieron, quiero extenderles mi sentida simpatía y amor por todo lo que estas personas representan”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
“Que Dios los acompañe”, finalizó el presidente.
We have just reached a very sad milestone with the coronavirus pandemic deaths reaching 100,000. To all of the families & friends of those who have passed, I want to extend my heartfelt sympathy & love for everything that these great people stood for & represent. God be with you!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 28, 2020
Sin embargo, la buena voluntad quedó atrás tras escribir otro mensaje en su red social que todo esto era un regalo de China.
“En todo el mundo el coronavirus, un muy mal ‘regalo’ de China, sigue su marcha. No es bueno!”.