Otra vez un horrendo racista es exhibido en acción.
Los ataques de odio racial no cesan en la Unión Americana, por doquier siguen apareciendo sujetos que utilizan el mínimo pretexto para sacar su furia y frustración en contra de la comunidad hispana, azuzados por la retórica antiinmigrante impulsada desde las más altas esferas del gobierno federal.
Lupita Rangel, quien vive en Houston, Texas, fue testigo de la agresión de un hombre blanco a una empleada de un local “Jack in the Box”, ubicado en Highway 6 y la 288.
Todo el escándalo se originó porque el agresor no pudo cambiar un cupón por una hamburguesa gratis, según reportó KTRK-TV.
“¡Hey, te deben despedir!”, dice molesto y alzando el tono de voz el sujeto de entre 55 y 60 años, según se observa en las imágenes.
“¿Qué es lo que pasa, cuál es el problema?”, pregunta el encargado de la tienda al notar el problema.
“Ella le dijo a mi hijo que no. Ella le mintió. Pensó que podía salirse con la suya”, respondió.
Antes de salir del local, el hombre preguntó el nombre de la empleada y al escuchar que su nombre es María, asumió que era mexicana y que debía abandonar el país.
“Adiós, María. Te compro un boleto de vuelta a México”, concluyó.
“Dios mío, nunca pensé en experimentar el racismo tan de cerca”, expresó Rangel en la publicación de Facebook donde evidenció la agresión.
Desde el ascenso en la política de Donald Trump, los incidentes de odio contra la población latina se han multiplicado en Estados Unidos. La mayoría de las ocasiones los agresores repiten la diatriba de Trump relacionando a cualquier hispano con conceptos como México, “La Migra” y la deportación.
Hace solo una semana el abogado Aaron Schlossberg fue objeto de la condena nacional al ser exhibido en redes sociales agrediendo a una empelada en Manhattan por el solo hecho de hablar español.
La presión de la comunidad fue tal que el letrado fue expulsado por su arrendador y se vio obligado a pedir disculpas.