Como si hicieran falta razones para comerse unos taquitos, ahora la tortilla podría tener hasta propiedades medicinales.
La tortilla es indispensable en la vida de los mexicanos. De hecho, según la Secretaría de Economía en México, a diario se consumen 24,000 toneladas de este delicioso alimento. Y como si no fuera ya suficientemente buena, ahora los científicos están tratando de hacerla más saludable.
El responsable de esto es el doctor Jorge Alberto Reyes Esparza, investigador de la Facultad de Farmacia de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), que está agregándole microorganismos a la masa, para que la tortilla nos ayude a mejorar la digestión.
“Bio L6, un suplemento probiótico que ayuda a disminuir los síntomas y frecuencia de la gastritis, colitis y estreñimiento. Este producto es consumido por pacientes con cáncer que reciben quimioterapia y/o radioterapia. Se ha observado que les ayuda a disminuir las náuseas, vómitos y/o diarreas”, dijo el científico a la agencia CONACYT.
Reyes Esparza explicó a la agencia que la Facultad Farmacéutica de la UAEM ha estado trabajando desde hace varios años en el desarrollo de probióticos para ayudar a disminuir problemas cotidianos como estreñimiento, inflamación y espasmos.
El doctor agregó que para lograr crear este microorganismo primero estuvieron haciendo una amplia investigación bibliográfica para saber exactamente qué era lo que querían. Después comenzaron a probar para lograr que las bacterias fueran resistentes al calor, para que pudieran sobrevivir al proceso de cocción de los alimentos.
Y después de muchos días de prueba y error, finalmente consiguieron el Bio L6.
Jorge Alberto reveló que para demostrar que su microorganismo de verdad resistiera a las condiciones de calor fueron a probar hasta en las máquinas de tortillería, y comprobaron que había sobrevivido a las altas temperaturas y que no cambiaba el sabor de las tortillas.
De acuerdo con el investigador las personas que lo han consumido hasta el momento han visto una mejoría en su metabolismo, probando que los probióticos realmente sirven.
Además, hicieron experimentos similares para poder añadir el Bio L6 también a las harinas de los panes, y el resultado fue exitoso.
“El siguiente paso será establecer una alianza para la distribución y comercialización del producto, aunque también estamos trabajando en un proyecto para introducir el producto y sus beneficios en zonas con población de bajos recursos económicos”, dijo el doctor a CONACYT, y agregó que esperan que después puedan añadir este ingrediente también a dulces y otros alimentos.