Los frijoles son buenos en todas sus presentaciones, y como si nos hiciera falta una razón más para comerlos, ahora resulta que también ayudan a prevenir el cáncer y a cuidar la salud del corazón.
Científicos mexicanos del Tecnológico de Monterrey y el CONACYT descubrieron que esta mexicanísima semilla tiene en su interior unos compuestos activos llamados flavonoles, que inhiben el crecimiento de células cancerígenas.
En su investigación, donde hallaron fitoquímicos asociados al frijol negro —que tiene propiedades terapéuticas y preventivas contra diversos tipos de cáncer—, identificaron que este alimento funciona muy bien contra el cáncer de mama, el hepático y el de colon, según aseguró Sergio Romano, uno de los investigadores, a Universia.
Por su parte Janet Alejandra Gutiérrez, que forma parte del equipo a cargo de este estudio, explicó a Notimex que estos activos ya se habían encontrado en otras cosas, pero la gran ventaja de los frijoles es que es una fuente natural de flavonoles.
Sin embargo, la investigadora reveló que las semillas pierden muchas de sus propiedades cuando las cocinan o combinan con otros alimentos, por lo que los investigadores están trabajando en un proyecto alterno, para producir harina de frijol negro.
Así, este polvito podría usarse para hacer tortillas, pan, cereales, barras alimenticias, y otros platillos.
Pero este blindaje contra el cáncer no es lo único que los frijoles pueden hacer por el cuerpo humano. En otra investigación de la misma universidad, también se halló que protegen al corazón.
El doctor Enrique Guerrero Beltrán, quien participó en este otro estudio, declaró a Tec Review que la cáscara de esta semilla contiene bioactivos que ayudan a blindar el órgano vital y a reducir los daños cardiacos que puedan existir.
Con base en este estudio, el doctor Guerrero y su equipo de trabajo también están desarrollando un producto alterno, pero en su caso se trata de cápsulas que puedan servir para dar tratamiento a personas con alteraciones cardiacas.
Pues mientras eso ocurre, a comernos unos frijolitos de olla, ¿no?