La policía asesinó a un niño latino en Los Ángeles, pero la noticia no impacta al país como las agresiones a personas afroamericanas, ¿por qué?
Jesse James Romero, de solo 14 años, fue acribillado la tarde del martes por la policía de Los Ángeles, en un incidente poco claro y que ha despertado la indignación de la comunidad hispana.
Los uniformados atendieron a una denuncia de vandalismo en Boyle Heights. Según la versión oficial, hubo una persecución e intercambio de disparos, en el que resultó muerto Romero.
La policía se apresuró a presentar públicamente el arma que se encontró en el lugar de los hechos, argumentando que fue la que usó el niño para agredir a los oficiales. Ya se están llevando a cabo los exámenes periciales correspondientes para corroborar esto.
La versión de la familia es muy diferente.
La madre del menor, Teresa Domínguez, aseguró a La Opinión que su hijo, quien cumpliría 15 años en dos semanas, no tenía pistola.
“Lo había seguido la policía, él venía caminando y no le hablaron ni nada, solo lo balacearon. Cayó y todavía lo levantaron y lo arrestaron y lo dejaron caer y le dieron otro balazo”, refiere que le dijeron los testigos.
Los vecinos se unieron en una vigilia en Mariachi Plaza, para recordar a las víctimas hispanas de la policía.
Si se comprueba que el niño efectivamente estaba armado, se refuerza la necesidad de la regulación de la venta de armas. Sobre todo cuando la violencia armamentista, se conjunta con la pobreza que asola a 13 millones de niños en el país, y la consecuente falta de oportunidades educativas.
Y es que los asesinatos de latinos a manos de la policía no son inusuales. De las 654 personas que han muerto a manos de la policía este 2016, 107 eran de origen hispano.
A diferencia del impacto que tienen las muertes por brutalidad policiaca de gente afroamericana en el país, los latinos pasan casi desapercibidos.
Un estudio de la Universidad de Columbia de 2014, señaló que solo un 1% de las noticias nacionales se enfocaban en hispanos.
El activista Rick Rios, dijo a HuffPost que esta falta de interés nacional en la problemática, también obedece a la carencia de líderes e instituciones fuertes.
“Siempre veo una falta de liderazgo… Mira a los grupos de ‘Black Lives Matter’, ellos están organizados, ellos tienen fuerza. Eso necesitamos nosotros”, explicó.
A todo esto hay que agregar el clima en contra de las minorías que se respira adentro de corporaciones policiacas, como la de Los Ángeles.
Una serie de correos electrónicos que salieron a la luz este año, dejaron ver comentarios y bromas racistas de los más altos rangos en la corporación, con palabras como “frijolero” y “salvajes”.
El lema de la policía es “Para proteger y servir”, ¿estamos seguros de eso los latinos?