A esta ciudad las amenazas de Trump le hacen los mandados.
Por: Omar Porcayo
La guerra de la administración Trump en contra de las ciudades santuario no tuvo el efecto deseado: en lugar de atemorizar, provocó que varias entidades hayan decidido dar la batalla legal y que otras se hayan sumado a la declaratoria de lugar seguro para los inmigrantes.
La famosa ciudad californiana de Malibú votó este lunes en sesión de consejo para convertirse en “ciudad santuario”. Es decir que no cooperará con el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
“Es hora de tener el coraje de mostrar a la gente que viene, a la gente que vive aquí, y a los jóvenes que van a la escuela aquí que serán protegidos”, dijo la concejal Laura Rosenthal, según reporta La Opinión.
Malibú es conocido por sus lujosas propiedades, hogar de varias estrellas de Hollywood. Con cerca de 12,000 habitantes, solo el 8 % es de origen hispano, por un 85 % blanco.
Con esta decisión la ciudad se expone a las sanciones de la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, de retirarle fondos federales, aunque poco afectará la falta de $50,000 dólares anuales que reciben por esa vía, cuando es una de las localidades con mejor ingreso anual por hogar ($119,000 promedio), según información del censo.
California se ha convertido en un bastión de la resistencia contra Trump. Ciudades como San Franciso retaron a la Casa Blanca con demandas por sus medidas antiinmigratorias, y otras como Alameda y Richmond han ido más lejos con solicitudes a los representantes para iniciar un juicio político al presidente con fines de destitución, conocido como impeachment.
En el otro lado de la costa, Miami tiene el deshonroso récord de haber sido la primera localidad que cedió a las amenazas de Trump. Apenas unos días después de la firma de la orden ejecutiva, el alcalde Carlos Giménez dio su brazo a torcer y ordenó la cooperación de la policía con “La Migra”.
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