Científicos creaeron una biopelícula que además protege de la proliferación de hongos.
Por: Omar Porcayo
Científicos mexicanos han dado un paso muy importante para ayudar a los pacientes que han sufrido graves quemaduras en su cuerpo. Se trata de una biopelícula que ayuda a regenerar la piel y además la protege de la proliferación de hongos y bacterias.
Investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma del Estado de México (Uaemex), dieron a conocer que su desarrollo hecho a base de extractos de quitosán, subproducto de la industria pesquera, pululano y nanopartículas, ha superado con éxito la primera fase.
“Como la biopelícula que se está generando es biodegradable y adherente, los principios activos se van incorporando, a fin de lograr la regeneración epitelial”, expresó en un comunicado Leticia Buendía, científica a cargo del proyecto.
De acuerdo con Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de México, la regeneración de tejidos a través de biomoléculas es una aplicación de la nanobiotecnología.
A diferencia de otros productos, en su aplicación intrahospitalaria se aminora el tiempo de recuperación y se favorece la regeneración de los tejidos por ser biodegradable.
Los científicos de la Uaemex han echado mano de los vastos recursos naturales que ofrece el país.
“En México tenemos numerosos recursos naturales que se pueden y deben aprovechar para mejorar la calidad de vida de la sociedad, pero fundamentado con la investigación y el desarrollo tecnológico, ya que pueden servir para aplicaciones que no hubiésemos imaginado”, concluyó Buendía.
El avance de estos científicos mexicanos ayudaría a aminorar un problema de salud pública a nivel mundial como son las quemaduras, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) provoca 180,000 muertes al año, especialmente en países en desarrollo y del tercer mundo.
En México, la Asociación Mexicana de Quemaduras informó que se registran 136,000 quemaduras al año. El 56 % es de adultos, en su gran mayoría que sufrieron accidentes de trabajo. Entre los niños, el 90 % se quemaron con fuego al interior de su hogar.