Presentó problemas en el hígado, riñones y corazón
Kassidi Kurill, una mujer de 39 años, falleció a cuatro días de recibir la segunda dosis de la vacuna de Moderna contra el COVID-19 en Utah, Estados Unidos.
De acuerdo con sus familiares la mujer no tenía padecimientos previos, por lo que creen que su muerte puede estar relacionada con la vacuna.
Alfred Hawley, el padre de Kassidi, contó a Fox News que su hija trabajaba como técnica quirúrgica en un consultorio y estaba a favor de la vacuna.
Al recibir la primera dosis solo tuvo un dolor en el brazo, pero los problemas llegaron el 1 de febrero, cuando le aplicaron la segunda dosis.
Kassidi presentó dolor y problemas para orinar, estuvo dos días en cama con síntomas similares a la gripe, pero al cuarto día su estado de salud empeoró.
Sus familiares la llevaron a un centro de salud donde llegó vomitando y tras hacerle pruebas determinaron que su hígado estaba fallando y necesitaba un trasplante.
Fue trasladada al Centro Médico Intermountain, pero al llegar ahí también empezaron a fallar sus riñones y corazón, falleció a las pocas horas.
Piden donaciones a través de GoFundMe
Erik Christensen, médico forense jefe de Utah, dijo que probar que la vacuna es la causa de la muerte es poco probable, a menos que se tratara de una reacción alérgica grave que le causara muerte instantánea.
Agregó que la autopsia puede revelar una condición no diagnosticada que pudo haber causado la muerte.
Mientras se determina la causa de muerte, su familia organizó una recaudación en la plaforma de GoFundMe para apoyar en su futuro a Kassidi Jr, la hija de 9 años de la mujer.
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