Hay una máxima en las administraciones de Peña Nieto: divide y vencerás. ¿Pero qué hay detrás del enfrentamiento de Oaxaca?
Por: Omar Porcayo
Enrique Peña Nieto apareció en la portada de la revista Time en 2014 acompañado del optimista titular “Saving Mexico“. Se trataba del anuncio de una serie de reformas estructurales que no ha podido consolidar por la vía política y que dos años después, han derivado en actos de represión.
Y es que su reforma educativa ha encontrado la férrea resistencia de una sección de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), una organización sindical de maestros. Después de meses de tratar de imponer la reestructura del sistema escolar a través de dos secretarios de educación diferentes, el gobierno federal cedió a la tentación y aplacó con fuerza bruta los bloqueos. El saldo es de ocho personas muertas y una centena de heridos, tras enfrentamientos en Asunción Nochixtlán, Oaxaca.
He aquí lo que hemos aprendido al respecto:
1. Si no me conviene, te tacho de mentiroso.
La indignación y condena no se han hecho esperar, pero una vez más, el gobierno mexicano simplemente descalificó las acusaciones. Incluso tachó de “falsas” las fotos que publicó la agencia de noticias AP, donde se exhibe a los elementos federales apuntando con armas de grueso calibre a los pobladores.
“Lo estamos investigando con cuidado. Estamos documentando todo, para que se determine responsabilidad en el caso que corresponda”, respondió en entrevista con Primero Noticias, Enrique Galindo, Comisionado de la Policía Federal, a la pregunta si seguían asegurando que las fotos eran falsas.
De acuerdo con Galindo, los hombres a su cargo acudieron desarmados a retirar un bloqueo carretero, pero fueron agredidos y tuvieron que llamar refuerzos, los cuales, nunca dispararon.
“Hay grupos infiltrados, radicalizados que el gobierno del estado ya tiene ubicados”, dijo sobre los supuestos agresores. “Habían atentado directamente contra la población, nunca habíamos visto algo así”.
Las explicaciones de Galindo languidecen porque provienen de un aparato policial severamente cuestionado, impopular y que no goza de credibilidad.
2. No es la primera vez.
Basta citar el penoso caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, en el que un panel de expertos documentó que los órganos de procuración de justicia mexicanos estuvieron involucrados en el crimen, y además obstaculizaron las investigaciones para llegar a la verdad.
En lo que va del sexenio, los casos de tortura y uso desmedido de la fuerza de parte de la Policía Federal y el Ejército, han sumido a México en una crisis en materia de derechos humanos. El más reciente informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos destacó que hay niveles críticos de impunidad, violaciones graves y sistemáticas de garantías, así como deficiente atención a víctimas.
Si bien es cierto que el movimiento magisterial en contra de la reforma educativa ha estado plagado de excesos y errores, también es evidente que se ha encontrado con un estado igual de testarudo, provocador y reacio a dialogar.
“No hay nada que discutir, la reforma educativa está aprobada y se va a ejecutar en sus términos”, ha reiterado públicamente Aurelio Nuño Mayer, actual secretario de educación, y según los corredillos políticos, aspirante a la presidencia.
Nuño pertenece al grupo de hombres más cercano a Peña Nieto. Relativamente jóvenes, pero fieles a las viejas prácticas latinoamericanas de “mano dura”, esas que ejercen la fuerza pública cuando se les agota la paciencia.
3. No es casualidad.
Hace solo ocho días atrás, Rubén Núñez, líder de la Sección 22 de la CNTE, fuera apresado bajo cargos de “lavado de dinero”. Era el primer indicio de que al gobierno mexicano le habían “colmado el plato” los maestros disidentes.
Desde 2006 quedó constancia de que a Peña Nieto no le tiembla la mano para terminar los conflictos a punta de toletazos. Cuando era gobernador del Estado de México, fue la máxima autoridad responsable de la represión en el pueblo de San Salvador Atenco.
El 4 de mayo policías federales y estatales reprimieron una manifestación en contra de la construcción del nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Hubo dos muertos, decenas de heridos, detenidos y violaciones sexuales a mujeres, de parte de uniformados. Todo documentado por instancias internacionales.
Peña Nieto asumió incólume la responsabilidad de aquellos hechos, en una aceptación clara de que “esa” es su forma de hacer gobierno
Por eso, Nochixtlán es la continuación de Atenco, solamente hay que cambiar maestros por ejidatarios y a la reforma educativa por un aeropuerto, pero la esencia es la misma: un conflicto y un personaje dispuesto a imponer su voluntad al precio que sea–hasta el nuestro.