Estudioso de los sismos, este investigador de la UNAM es el científico más destacado del año.
Por: Omar Porcayo
El 19 de septiembre un sismo de 7.1 grados sacudió a la Ciudad de México y varios estados del centro de la república. Los efectos fueron tan devastadores como sorprendentes, pero un científico mexicano ya los había proyectado y sabía exactamente lo que estaba pasando, por eso ha sido incluido en la lista de los 10 científicos más importantes del año por la revista Nature.
Víctor Manuel Cruz Atienza, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, se convirtió en el primer científico de origen mexicano listado en la prestigiosa publicación internacional.
“El geofísico mexicano Víctor Cruz Atienza también entró en acción luego de que un terremoto de magnitud 7.1 azotara a la Ciudad de México, mostrando que el terremoto se comportó exactamente como lo habían predicho sus modelos”, escribió Nature en su listado anual.
El mexicano se codea con importantes figuras que marcaron la pauta en la ciencia a nivel mundial como Pan Jianwei de China, que consiguió la teleportación cuántica; Marica Branchesi, astrónoma del equipo multinacional de colaboración Virgo; y Lassina Zerbo, jefa de la organización del Tratado de Prohibición Total de los Ensayos Nucleares, instancia que este año recibió el Premio Nobel de la Paz.
Cruz Atienza, quien tiene un Doctorado en Ciencias del Universo por la Universidad de Niza Sophia – Antipolis en Francia, es una eminencia muy necesaria para México, que es uno de los países con mayor actividad sísmica del planeta.
“Si lo supiéramos todos, hubiéramos podido predecirlo. Lo que sí podemos decir es que los dos terremotos principales (7 y 19 de septiembre), son muy similares, en una región en la que el fondo oceánico choca con la placa continental”, explicó el científico a Milenio, que trabaja afanosamente por investigar los sismos.
México y la UNAM desarrollan sistemas de vanguardia para estudiar los movimientos tectónicos en la conflictiva zona del Pacífico, pues el riesgo de un terremoto de proporciones mayúsculas, siempre será alto.
“Lo que hemos aprendido es que puede haber rupturas de las mediciones de las que tenemos registro, debemos prepararnos para sismos mayores y más fuertes, es inevitable, pero la prevención es la clave”, expresó el mexicano con la firme convicción de que los estudios son la única forma de aminorar los retos de la naturaleza.