Libby Schaaf está bajo ataque, la amenazan con cinco años de cárcel y ni así cede en su defensa por los inmigrantes.
A finales de febrero la alcaldesa de Oakland, Libby Schaaf, se convirtió en una especie de heroína local al alertar a los inmigrantes indocumentados de una redada masiva del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en su ciudad.
La inédita iniciativa de una funcionaria electa por su población indocumentada hizo enfurecer a la Casa Blanca, que la acusó de haber evitado el arresto de más de 850 personas y dos meses después la sigue amenazando y tratando de intimidar.
“Te recomiendo que la investigues por obstrucción de la justicia”, dijo la semana pasada el presidente Donald Trump al fiscal general, Jeff Sessions, durante una reunión con funcionarios republicanos de California sobre las políticas santuario del estado.
Enfurecidos por el desafío contra su embestida antiinmigrante, Trump y Sessions han descalificado a Schaaf, tachándola de “desgracia” para el gobierno.
Ha llegado a tanto el encono de los republicanos con Schaaf, que ahora le han puesto su nombre a una iniciativa de ley para castigar con prisión a los funcionarios que defiendan a los inmigrantes del acoso de ICE.
“Quiero que los políticos de las ciudades santuario sin ley escuchen este mensaje muy claro: si obstruyes a ICE vas a terminar en la nevera”, dijo este lunes el congresista por Iowa, Steve King, al presentar la iniciativa de ley “acta Libby Schaaf“, que pretende castigar hasta con cinco años de prisión a los funcionarios.
Las amenazas de cárcel en nada merman el espíritu de la abogada californiana, que en enero había advertido que “estaba dispuesta a ir a la cárcel“ por defender a los habitantes de su jurisdicción. En una editorial publicada el viernes en The Washington Post, reiteró su desafío a la “política racista” del gobierno federal.
“Sr. Presidente, yo no estoy obstruyendo la justicia. Yo la estoy buscando”, escribió la valiente alcaldesa de Oakland, en funciones desde 2015.
No, Mr. President, I am not obstructing justice https://t.co/PbpIt22cv9 by @LibbySchaaf
— Post Opinions (@PostOpinions) May 19, 2018
“Me quise asegurar de que la gente estuviera preparada, que no entrara en pánico y entendiera sus derechos… Como alcaldesa de Oakland mi deber es proteger a mis residentes – especialmente a los más vulnerables que están siendo injustamente atacados”, agregó Schaaf de 52 años.
Schaaf fue muy clara al manifestar que ni las presentes, ni las pasadas amenazas han menguado su determinación de no seguirle el juego a la discriminatoria política antiinmigrante de Trump.
“Como líder, es mi deber llamar a esta atemorizante administración antiinmigrante como lo que es: una mentira racista”, concluyó.
La revista San Francisco, que le otorgó su portada resumiendo el estoicismo con el que Schaaf ha soportado los ataques del gobierno federal, aseguró que parte de la comunidad le reconoce en las calles y le saluda con agradecimiento por sus acciones.
“Al principio (pensé) que fue una movida política. Pero cuando la redada se realizó, ver a una alcaldesa anglosajona decir que estaba dispuesta a ir a la cárcel, que haría cualquier cosa por protegernos, eso fue un mensaje muy fuerte”, declaró a la publicación Alicia Contreras, titular de la Fundación de Ciudadanos Hispanohablantes.
Así es como una mujer se ha interpuesto entre las frágiles familias inmigrantes y el poderoso gobierno estadounidense, y está dispuesta a pagar las consecuencias.