El gobernador Abbott se ha convertido en la comparsa de Trump.
Por: Omar Porcayo
Trump no quita el dedo del renglón. A pesar del fiasco que resultó su primera intentona por conseguir los fondos necesarios para iniciar la construcción del muro fronterizo, en su presupuesto para el siguiente año fiscal incluyó un gasto de 2,700 millones de dólares para seguridad en la frontera, de los cuales destinaría 1,600 a la infame pared.
“Vamos absolutamente en serio con el muro”, dijo el martes Mick Mulvaney, director de la oficina de administración y presupuestos federal. “De hecho, sé que la seguridad nacional es una de las prioridades del presidente”, agregó.
De acuerdo con My Statesman, la construcción comenzaría en el Valle de Río Grande, Texas y sería de 60 millas de largo hasta llegar al Condado Hidalgo. Se está considerando otro segmento de 14 millas en San Diego, California.
No es casualidad que sea Texas el lugar donde el presidente quiere iniciar el muro. El estado se ha convertido en pilar de sus políticas xenófobas con la ley SB4, ya conocida como “muéstrame tus papeles”, que quiere acabar con las ciudades santuario y otorgar facultades a los policías para actuar como agentes de inmigración.
El gobernador Greg Abbott, ha secundado a Trump en agresivas iniciativas contra las minorías. Recientemente también aprobó una ley para prohibir a las personas transgénero utilizar los baños públicos de su género correspondiente.
“Un muro fronterizo sería caro e inútil, es más un símbolo político que una ventaja estratégica”, aseguró el representante de Laredo Henry Cuellar. “No es serio. Espero que esta administración comience a entrar en razón en este asunto”, agregó.
Actualmente ya están construidas 654 millas de barda fronteriza en la frontera, que tiene una extensión total de 1,989 millas. Con esta hipotética construcción, a Trump le faltarían 1,261 millas de terreno agreste e inhóspito que cercar.
El aparato demócrata en la Cámara de Representantes se ha mantenido firme en su decisión de no aprobar un solo dólar para la construcción del muro. De hecho amenazaron con el cierre de gobierno la última vez que la Casa Blanca solicitó fondos para ese objetivo, por lo que este nuevo presupuesto tendría que hallar recovecos legales en la partida para Seguridad Nacional si pretende ser aprobado.
Se estima que la construcción del muro podría superar los 21,000 millones de dólares.
Además del muro, el presupuesto de Trump incluye otros gastos que son una completa afrenta a los inmigrantes sin autorización. Un análisis de The Washington Post encontró que negarles créditos fiscales, empleos y cualquier tipo de apoyo alimenticio, son medidas igual o más agresivas que un muro.
Por si fuera poco, hay una solicitud de 1,500 millones de dólares para centros de detención que se están atiborrando de inmigrantes detenidos por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés). Activistas y defensores de derechos humanos han denunciado vejaciones y opacidad en el trato que se da a las personas recluidas ahí, ya que son procesadas sin la asistencia legal pertinente para evitar su deportación.
En los primeros 100 días de Trump en la presidencia, el arresto de inmigrantes se incrementó en un 40 %, con un ritmo de 400 arrestos por día.