La familia de Floyd señaló que ya esperaban
Courtney Ross, la novia de George Floyd, declaró que tanto el afroamericano como ella tenían una adicción a los opiáceos.
Durante el juicio contra el expolicía Derek Chauvin, acusado de la muerte de Floyd, su novia explicó que tomaban opiáceos para tratar un dolor crónico, pero se les volvió adicción.
“Ambos sufríamos de dolor crónico, el mío era en el cuello y el suyo en la espalda, ambos teníamos recetas, pero una vez que se acabaron, nos volvimos adictos, y realmente intentamos duro acabar con esa adicción muchas veces”, señaló Ross.
La mujer también confesó que en marzo, dos meses antes de su muerte, George Floyd fue hospitalizado por una sobredosis.
“Lo llevaba al trabajo, pero no se sentía bien, le dolía el estómago, estaba encogido por el dolor, no sé sentía bien y me dijo que necesitaba ir a un hospital, así que lo llevé directo al hospital. Fuimos a urgencias”, narró.
Durante el interrogatorio, Ross señaló que su novio tuvo COVID-19 a finales de marzo pasado y que tuvo que hacer cuarentena con sus compañeros de piso.
Buscan probar que sus adicciones influyeron en su muerte
La defensa de Chauvin busca probar que el consumo de drogas de George Floyd influyeron en su muerte y no el abuso policial durante el arresto.
En un comunicado, la familia de Floyd señaló que esperaban que hablarán de su lucha contra las adicciones porque es una “táctica cuando los hechos no están de tu lado”.
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