Estados y ciudades enteras se rebelan contra la política antiinmigrante de Trump.
Texas es el epicentro de la crisis humanitaria que se está viviendo en el país por la separación de niños inmigrantes de sus padres. En el estado se encuentra la mayor cantidad de los 100 refugios en el país donde están detenidos 11,000 jóvenes en condiciones infrahumanas.
Mientras activistas, empresas y sociedad civil se rebelan en contra del gobierno federal y su cruel política antiinmigrante, el silencio del gobernador Greg Abbott resulta escandaloso. El republicano se ha vuelto un cómplice de Donald Trump y el Fiscal General Jeff Sessions, por su omisión a las graves violaciones a los derechos humanos que se están registrando en centros de Brownsville, Harlingen y San Benito.
A pesar de que se han documentado abusos como el uso de drogas en menores sin su consentimiento y más de 30 violaciones de alto riesgo, los albergues de Texas han sido autorizados para recibir aún más niños.
Mientras Abbott se hace “ojo de hormiga”, el alcalde de la ciudad de Houston, el demócrata Sylvester Turner, se ha manifestado en franca rebeldía en contra de la nueva apertura de albergues administrados por la compañía Southwest Key Programs, la misma que lleva el polémico centro Casa Padre, que era un ex Walmart.
“La línea de lo inaceptable la marcan los niños, no podemos permitir esto. Hemos estado callados demasiado tiempo. No puedo apoyar esta decisión”, estableció Turner en conferencia de prensa, donde admitió que no fue consultado de los movimientos del Departamento de Salud y Servicios Sociales, que autorizó los albergues.
“No permitiré que nadie me apresure, se tomará todo el tiempo que sea necesario para realizar las debidas inspecciones”, dijo el alcalde, al mismo tiempo que pidió a Abbott que no otorgue licencias a los nuevos centros en Hosuton.
La candidata al gobierno de Texas, Lupe Valdez, ha criticado con severidad el silencio de su contrincante en las elecciones de diciembre: “¿Abbott no escucha el llanto de los niños? Su silencio es ensordecedor. Mientras los niños están siendo alejados de sus padres en nuestra tierra, el hombre que lee acerca de moralidad y valores se mantiene en silencio sin condenar esta inhumanidad”.
Can @GregAbbott_TX not hear the screams? #KeepFamiliesTogether 1/5
— Lupe Valdez (@LupeValdez) June 19, 2018
Otros alcaldes en el país como la titular de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, también se rebelaron a Trump y su política: “Como país, somos mejores que esto… Somos mejores que separar familias. Estos son seres humanos. Son niños. Son madres, padres… son familias”, dijo Bottoms al asegurar que no será cómplice de Trump.
El Fiscal General de California, Xavier Becerra, anunció que junto con otros estados demandarán a Trump por este asunto. Se trata también de Massachusetts, Maryland, Oregon, Nuevo México, Pennsylvania, Nueva Jersey y Minnesota.
#Breaking: We, along with a coalition of concerned states, are suing the #Trump Administration over its family separation policy. Children belong with their families, not alone and fearful in metal cages. #KeepFamiliesTogether pic.twitter.com/pcGl1QbWw3
— Xavier Becerra (@AGBecerra) June 21, 2018
“Los niños deben estar con sus familias, no solos y aterrorizados dentro de jaulas de metal. Presentamos esta demanda porque separar a los niños de sus padres va contra la ley, es algo equivocado y es cruel”, dijo Becerra, quien se ha convertido en una verdadera pesadilla para el mandatario y su política nativista.
Compañías como American Airlines han decidido no cooperar más con la fuerza antiinmigrante de Trump y no rentarle sus aviones para trasladar niños.
Jefes religiosos también han alzado la voz para desmarcarse de feligreses como Sessions, que cita pasajes de la Biblia para justificar sus acciones.