La historia conmovió a los habitantes y vecinos de Don Carmelo
José Carmen Moya, mejor conocido como “Don Carmelo”, en un gesto de impotencia y tristeza profunda, se arrodilló sobre la calle y lamentó la muerte de quien por mucho tiempo fue su compañero de vida y ayudante al transportar sus productos que vendía para sobrevivir.
Desafortunadamente, Trenecito falleció ante la mirada de Don Carmelo en uno de sus recorridos por las calles donde se les veía comercializando productos lácteos que vendía para ayudarse a sobrevivir y así tratar el reumatismo que padece el hombre de 70 años de edad.
La situación por la que pasaba el abuelito conmovió a los habitantes de la región de Ahuachapán en El Salvador, quienes los conocían y que sirvió para que tuvieran un gesto noble con él, regalándole al hombre un caballo a quien Don Carmelo llamó “Justiciero”.
“Sé que va en buenas manos. Nos hemos criado con el caballo, pero él lo necesita. Ha estado bastante tiempo en la familia, estaba pequeñito”, dijo la dueña original de Justiciero
De acuerdo con lo declarado por Don Carmelo, Trenecito fue su compañero durante 9 años.
“Trenecito, siempre te voy a tener en mi corazón. Gracias caballito por todo lo que hiciste”, dijo don Carmelo durante una entrevista a un medio local