El reconocido cocinero Enrique Olvera, autor del libro "México de adentro hacia afuera", compartió sus secretos culinarios con una de las leyendas vivas del deporte.
Por: Sonia Ramírez
A sus 40 años de edad, Enrique Olvera es uno de los chefs más importantes de México. El dueño del restaurante Cosme, ubicado en Nueva York y seleccionado como uno de los mejores restaurantes de 2015 por la revista “Food & Wine”, salió de su rutina para hablar de tenis, comida y bebida, con alguien completamente ajeno al mundo de la gastronomía.
“Gran tarde en Nueva York esta semana con Moët & Chandon y el muy talentoso chef mexicano Enrique Olvera. Me reuní con él en la cocina para experimentar mis talentos culinarios y para compartir una copa de champange”, escribió este viernes Roger Federer en su cuenta de Facebook, junta a la siguiente fotografía.
Con los cuchillos sobre la mesa
El cocinero mexicano y el tenista suizo se reunieron el miércoles pasado en un evento privado al que asistieron también algunos periodistas. Comenzaron la velada con un pequeño brindis para abrir el apetito, y más tarde se sentaron a comer un aguachile –platillo típico de la costa del Pacífico e México–, unos esquites sazonados con epazote, y un pastel de chocolate.
Pero la cena no la preparó Olvera por su cuenta, sino que Federer se puso el delantal y colaboró en todo el proceso. Ayudó a rebanar las vieiras y la jícama para el aguachile, y después aderezó el platillo con aceite de cilantro, aceite de chile serrano, cebolla roja, y un toque extra de picante y hierbas, según publicó el sitio Forbes.
La propuesta gastronómica de Enrique Olvera siempre ha sido conservar la tradición de su país, incorporando algunos elementos contemporáneos que le permitan a cualquier persona enamorarse de los sabores de México. Obviamente, el cocinero no iba a perder la oportunidad de meter un “servicio ace” frente a ese a quien llaman “La perfección suiza”.
Sabor a México
Durante el encuentro que ocurrió en SoHo, gracias a la marca Moët & Chandon –de la que Federer es embajador–, el actual dueño del cuarto lugar del ranking de la ATP compartió que aun viviendo en Europa, tuvo cierto contacto con la comida mexicana.
“Crecí comiendo fajitas y burritos”, le dijo Federer a Forbes.
Su experiencia culinaria en esta ocasión fue un tanto más refinada. El chef Olvera aprovechó para comentar que de la República Mexicana, solo le falta visitar los estados de Tabasco y Sonora para conocer de cerca los orígenes de su gastronomía. Fuera de ahí, ha conocido de primera fuente todos esos ingredientes que hoy día le permiten conquistar paladares de cualquier nacionalidad.
Federer disfrutó la comida, y quizá ahora que saboreó un poco más México le den ganas de viajar al país para visitar Pujol, el otro magnífico restaurante de Olvera en la CDMX.