La Copa América Centenario 2016 que termina este domingo en New York no fue un simple torneo de fútbol. En muchos sentidos dejó ver qué tan cerca y qué tan lejos estamos los latinos de la integración en los Estados Unidos.
El torneo que se inventó para que Sudamérica mostrara la riqueza de sus formas en una cancha de fútbol, ahora sirvió de mosaico en los Estados Unidos donde quedó manifiesta nuestra diversidad, por más que muchos quieran encasillarnos en un solo grupo al que llaman “hispanos”.
Esto fue lo bueno, lo malo y lo feo, de la copa.
LO BUENO
La asistencia total a los 32 partidos fue de 1.5 millones de aficionados, es decir 46,000 promedio por juego. Estas cifras convierten a esta Copa América en la de mayor convocatoria en sus 100 años de existencia, y el segundo torneo de fútbol más concurrido en la historia del país, solo por detrás de la Copa Mundial de 1994.
La audiencia en televisión no fue menos impresionante: 100 millones de espectadores estuvieron pendientes de los juegos a través de FOX y Univision.
Las tribunas de los principales estadios en la Unión Americana se llenaron del colorido latinoamericano, y por supuesto fue un foro ideal para manifestar la importancia del respeto a nuestra comunidad.
¿O acaso no notaron la piñata de “cierto” personaje que dio vueltas por ahí?
LO MALO
Hubo un par de detalles en el desarrollo del torneo que mostraron la distancia que aún existe respecto a América Latina.
La organización confundió el himno de Uruguay con el de Chile en la ceremonia previa al juego, detonando una airada reacción de los charrúas. ¡Y cómo no iban a estar enojados!
Más tarde le tocó a Colombia. Adidas, la marca que fabrica sus uniformes realizó su campaña publicitaria con el nombre de Columbia.
LO FEO
Aún hay detalles que como grupo étnico se deben corregir para desechar estigmas que nos persiguen.
Se registraron un par de riñas en las tribunas y el grito de “¡pu%&! de los aficionados mexicanos persiste, por más que ya no es gracioso.
Las personas que invaden la cancha tampoco son nuestra mejor carta de presentación.
Es un torneo deportivo sí, pero qué importantes son en estos momentos todas las manifestaciones posibles de nuestra presencia en el país.
La Copa América mostró que somos importantes, que somos diversos, que este también es nuestro país y se nutre de nuestras raíces.